Kadian Nelson, de 27 años, se declaró culpable por los cargos de secuestro, violación y amenaza de muerte.
Un hombre acusado de violar a una menor de edad fue víctima de un “ataque brutal” unas horas después de ingresar a una prisión de Londres, informaron medios locales.
El pasado 26 de abril, Kadian Nelson, de 27 años, se declaró culpable por los cargos de secuestro, violación y amenaza de muerte a una niña de 13 años. Tras su confesión, se organizó su traslado a la cárcel de Wandsworth, donde debería permanecer hasta agosto, cuando será dictaminada su sentencia.
Según una fuente cercana al caso, llegado al precinto, Nelson fue sorprendido por un recluso que lo mandó contra una mesa de madera. Una astilla resultante del impacto le provocó una grave herida en una mejilla que requirió una cirugía plástica. “Fue un ataque brutal de un preso que había llegado en la misma camioneta. Todos sabían lo que [Nelson] había hecho. Era un objetivo claro”, detalló esa persona.
Entretanto, un portavoz penitenciario afirmó que la Policía está investigando lo ocurrido y que el herido estaba siendo atendido en un hospital.
Los hechos
En la mañana del pasado 3 de noviembre, Kadian Nelson siguió a la adolescente por el barrio Mitcham de la capital británica mientras la menor se dirigía a su escuela. Se acercó a ella sigilosamente, le tapó la boca con una mano y la condujo hasta un callejón de la zona, donde la agredió sexualmente. Cometido el delito, le pidió a la niña que se quitara la chaqueta y el abrigo del colegio y la cubrió con su propia chaqueta, recoge Daily Mail.
Una joven que vio a la menor caminar al lado del sospechoso grabó la escena y le avisó a su madre, quien alertó a la Policía. Mientras tanto, la denunciante abordó al agresor para que se explicara y este aseguró que la pequeña era su hermana. Sin embargo, la víctima dio a entender que requería ayuda y el hombre huyó antes de la llegada de los agentes.
La Policía emprendió la búsqueda del pedófilo y gracias al video el caso fue ampliamente conocido y compartido en las redes sociales, donde crecía la ira y el odio de los residentes locales contra el responsable, hasta el punto que las autoridades consideraron necesario advertir a los ciudadanos no tomarse “la justicia por su mano”. Finalmente, Nelson fue atrapado pocas horas después en la localidad de Tooting, a unos dos kilómetros de donde ocurrieron los hechos.