Las féminas deben contar con un plan antes, durante y después de su unión legal de matrimonio, en caso de una inevitable separación
Santo Domingo, RD.- Las cifras del divorcio son más elevadas de lo deseado y cada año van en ascenso. En República Dominicana, se produce en promedio un divorcio por cada 2.4 matrimonios, según los datos más recientes de la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
En 2018 se registraron 24,772 divorcios, cifra que equivale a casi la mitad de los matrimonios legales celebrados en igual año (50,057), pero más allá de estos datos y de las complejidades jurídicas que pesan sobre la separación legal, están sus efectos personales, emocionales, parentales, familiares y económicos, tanto de los cónyuges como de sus hijos.
A nivel económico el divorcio puede implicar un cambio grande, a veces conveniente y otras perjudicial, debido a que se suele perder poder adquisitivo, pues cada uno de los cónyuges tendrá ahora los gastos propios de la vivienda, comida, cuidado de los hijos, entre otros.
Patricia Rivas, especialista en finanzas personales para parejas, explica que el divorcio, de mutuo o no acuerdo, no solo puede ser emocionalmente devastador, sino financieramente destructivo, especialmente para las mujeres.
Por ello la importancia de prepararse financieramente para esta etapa de separación y así evitar errores económicos costosos por actuar con precipitación.
“Toda mujer necesita establecer un plan para su seguridad económica antes, durante y después (en caso de darse) del matrimonio, a pesar de que este último sea difícil”, asegura Rivas, promotora de inversión en la Superintendencia del Mercado de Valores de República Dominicana.
Ante una disolución matrimonial entrar con la “cabeza fría” sobre sus recursos y una idea de lo que desea que salga del otro lado es clave.
Analizar situación general
Por más espinoso que resulte ser el tema, conocer varios aspectos generales sobre su nuevo estatus civil le será de ayuda. En ese punto, Rivas exhorta, primero, conocer la ley. Verificar si usted se casó bajo el régimen económico de separación de bienes o con el de bienes mancomunados.
Esto último establece que todo lo que se adquiera después del día de matrimonio civil será propiedad de ambos esposos al 50%, sin incluir aquello que cada uno tenía antes de casarse.
No obstante, se debe tomar en cuenta que si se adquieren deudas dentro del matrimonio serán responsabilidad de ambos al 50%. Recuerde que tener contabilizados los bienes adquiridos durante esa unión le evitará desacuerdos financieros.
Lo segundo, añade la experta en finanzas, es hacer un balance específico de lo que usted tiene y lo que adeuda. Así como saber cuáles son sus activos y pasivos.
“Es importante conocer sus estados de cuenta bancaria y de corretaje recientes, títulos de propiedades, hipotecas, todo tipo de préstamos, tarjetas de crédito, deudas, y los últimos dos años de declaraciones de impuestos, como mínimo”, apunta. Tercero, revisar de cerca sus gastos. Esto le permitirá tener mayor manejo de sus finanzas y reducir esos gastos innecesarios. Algunas de las preguntas que debe hacerse son: ¿cuántos de esos gastos son fijos, en lugar de discrecionales? ¿Son tuyos, de él o de los hijos?
Si usted o su cónyuge tuvieron un negocio y corrieron gastos personales a través de él (tal vez el negocio arrendó el vehículo o le carga la compra de alimentos a la empresa), por lo que es posible que ya no pueda hacerlo.
Otra opción a considerar es cerrar cualquier cuenta bancaria conjunta y abrir una o dos cuentas individuales.
Recuerde que cancelar las tarjetas de crédito conjuntas evitará que su exesposo incurra en nuevas deudas a cargo de los dos.
Antes de iniciar las negociaciones de divorcio es imprescindible que las mujeres u hombres conozcan su patrimonio neto como pareja y puedan cuantificar los gastos conjuntos y separados.
“Las féminas que permanecen en la
‘oscuridad financiera’ durante su matrimonio encontrarán la vida después del
divorcio un poco más compleja”, recalcó Rivas.
Se aconseja pensar a largo plazo y preguntarse: ¿cómo me veo en cinco o diez
años? ¿Es prioritario seguir el mismo estilo de vida o ajustarme a mi nueva
realidad y propósitos?
A tomar en cuenta
- Ser consciente del monto total de su deuda matrimonial, incluida la hipoteca principal, líneas de créditos sobre el valor neto de la vivienda y los préstamos.
- La posibilidad de volver a trabajar, en caso de estar inactiva o de buscar una fuente estable de ingresos, si es que dependía únicamente de su esposo.
- No subestimar el costo de divorciarse. En República Dominicana varía dependiendo el proceso escogido, los honorarios del abogado u otros elementos.
- Pretender llevar el mismo estilo de vida que cuando se contaba con el ingreso del cónyuge puede ser perjudicial. Lo ideal es un período de austeridad.
- No minimizar costos del seguro de salud y de la jubilación. Recuerde que mientras dura el proceso legal de divorcio, el cónyuge debe pasarle una pensión.
- Buscar asesoría financiera para aprender a calcular su nuevo presupuesto y establecer nuevas metas de ahorro, a los fines de no caer en deudas innecesarias.
- Reinvertir lo que reciba del divorcio en función de su edad y tolerancia de riesgo individual. Eso, en caso de que la separación implique alguna repartición de activos.