El chelín, en el que aparece el rey Carlos I, fue hallado en lo que se cree fue el primer fuerte construido por los colonos europeos asentados en el actual estado de Maryland.
Un grupo de arqueólogos estadounidenses descubrió en el estado de Maryland una moneda de hace unos 400 años en el interior de lo que cree son los muros del fuerte de Santa María, uno de los primeros asentamientos construidos por los colonos ingleses al llegar al territorio americano.
La moneda encontrada, detalló recientemente el Museo Histórico de la Ciudad de Santa María, es un chelín de plata con la efigie del rey Carlos I, que habría sido acuñado en la Torre de Londres durante el siglo XVII. A pesar de no contar con una fecha específica, gracias a una marca del fabricante, impresa en ambas caras, los investigadores han logrado concluir que fue hecha entre 1633 y 1634.
Desde la década de 1980 varios estudiosos han intentado localizar el sitio en donde fue construido el fuerte de la ciudad de Santa María sin éxito. Sin embargo, un estudio geofísico realizado hace unos años reveló la existencia de una gran estructura con empalizadas, la cual se sospecha pertenece al edificio colonial.
Según explicó esta semana Travis Parno, director de investigación y colecciones del museo, el hallazgo de la moneda sugiere que los restos subterráneos de la estructura donde fue localizada pertenecen al primer fuerte construido por los colonos en 1634.
“Es una herramienta de datación clave que sugiere que se trata de un yacimiento de principios del siglo XVII […] tenemos una gran cantidad de artefactos que realmente nos indican una fecha de principios del siglo XVII, por lo que encontrar una moneda que lo fije en un período muy temprano es realmente útil”, comentó Parno, recoge LiveScience.
Durante los últimos tres años, los científicos han desenterrado del sitio una serie de fragmentos de objetos elaborados de un gres distintivo procedente de Francia y Alemania, conocido como ‘cerámica Rhenish’, piezas de alfarería de Surrey proveniente de Inglaterra, así como proyectiles de plomo para mosquetes. Todo esto es una evidencia arqueológica que respalda la idea de que el sitio fue habitado por los primeros colonos europeos que se asentaron al norte del actual territorio de EE.UU.