DRL Manufacturing emplea a 800 personas en la Zona Franca de San Pedro de Macorís
Las exportaciones de joyas juegan un papel importante dentro de la economía dominicana. Durante el período 2015-2018 el valor de las exportaciones por artículos de joyería y conexos alcanzó unos US$1,689.6 millones, según los datos del Banco Central.
El gerente general de DRL Manufacturing, Dov Zipper, empresa que opera en la Zona Franca Industrial San Pedro de Macorís, aseguró que al momento de instalarse escogieron a República Dominicana porque el tratado de libre comercio con Estados Unidos permite importar libre de impuesto la materia prima que usan para la creación y exportación de joyas.
Manifestó que existe una buena relación entre el sector público y el sector privado en la zona franca, por lo que entiende que el parque está “bien diversificado, limpio, con mucha seguridad y organización”.
“Tuvimos la oportunidad de encontrar una zona franca que hizo posible que preparáramos una empresa como nosotros queríamos y con el apoyo de Proindustria se movió mucho más rápido y estamos dentro de un pueblo, ya que la industria no quería estar lejos del pueblo”, afirmó.
Zipper explicó que DRL Manufacturing fabrica joyas finas para el mercado masivo, pero que la empresa está especializada en aretes, brazaletes y cadenas, exportando sus productos a Estados Unidos, México y otros destinos, por lo que trabajan con volumen.
“Para la creación de las joyas usamos equipos de alta tecnología que la hacen más liviana, porque mientras más pesado es el metal, más cuesta”, dijo.
Manifestó que cada persona en la empresa tiene su especialidad y trabaja de acuerdo a sus conocimientos, por lo que cada uno sabe trabajar con prendas livianas, pesadas, más sólidas y con prendas largas o pequeñas.
En ese sentido, Zipper declaró que los empleados que fabrican los aretes de oro fueron enseñados por la empresa y hacen todo el trabajo a mano. Especificó que los trabajadores laboran en equipos de dos, los cuales ensamblan un promedio mensual de cuatro mil a cinco mil pares de aretes.
“Cuando las personas terminan de hacer los aretes que los van a entregar, estos son contados y pesados de manera obligatoria para poder ser recibidos y registrados. Entonces, después que lo joyeros hacen su parte, el producto llega al departamento que se encarga de pulirlo y darle brillo, porque joyería sin brillo no es joyería”, resaltó.
Zipper recalcó que DRL cuenta con un área que es única en Latinoamérica y el Caribe, se trata de corte de diamantes, donde los grabadores le ponen diseños a las prendas que son sumamente livianas y delicadas, por lo que ese proceso se toma varios meses.
“Este es un proceso que se toma mucho tiempo, debido a que hay que enseñar a las personas a hacer esos diseños porque la herramienta que se usa tiene una pequeña punta de diamante que ayuda a cortar el filo del metal y trae un brillo, es un proceso muy delicado”, enfatizó.
En el caso de las cadenas, señaló que la empresa tenía una fábrica en Bolivia, donde se elaboraban las cadenas, pero decidieron trasladarla a República Dominicana debido a la seguridad de las instalaciones.
“Al momento del traslado recibí mucho apoyo de las autoridades locales y trajimos expertos desde Bolivia para que enseñen a los dominicanos a realizar este tipo de labor y los dominicanos aprenden muy rápido”, afirmó.
Zipper manifestó que la empresa le compra a Estados Unidos los alambres de oro que usan para producir las cadenas, debido a que son hechos con máquinas y el país carece de ellas.
“Nosotros no elaboramos el alambre porque es hecho por máquinas y son muy caras, pero tenemos equipos que hacen el grosor que nosotros deseamos y va tejiendo las cadenas de manera robótica”, especificó.
Medidas de seguridad
El gerente general de DRL Manufacturing explicó que debido al material con el que trabajan, antes de los empleados entrar a la empresa pasan por un proceso de revisión con detectores que garantiza que las personas entren al lugar sin ningún tipo de metal.
“Las personas se paran en una caja que les permite abrirse un poquito para ser revisados con el detector, pero los empleados son tratados con dignidad, porque sin ellos no somos nada, ellos son muy importantes para nosotros. En cuanto a las embarazadas reciben un trato especial por su condición”, aseguró.
Zipper planteó que debido a la seguridad que están implementando, el
empleado puede llegar temprano al recinto y salir a cualquier hora, ya que se
siente seguro dentro del parque y eso les permite estar concentrado en sus
labores.
Manifestó que la empresa comenzó con 50 personas hace 26 años y al momento
tiene unos 800 empleados que oscilan entre los 18 a los 60 años de edad, de los
cuales un 71% es hombre y otro 29% son mujeres.
“Actualmente hay personas sordo-mudo, pero tienen buenas habilidades de concentración, además de las manos, tienen el talento que necesitamos y la paciencia para aprender, también tenemos pasantes que vienen de las universidades, con las que tenemos buenas relaciones”, resaltó.
Responsabilidad social
El director de Seguridad y Gestión Humana de DRL, Tomas Natera, destacó que la empresa está alineada a los estándares de cumplimiento social y las leyes locales.
Afirmó que la empresa opera bajo certificaciones de los ministerios de Trabajo y Medio Ambiente. Además recibe la aprobación de sus clientes que la califican como una compañía responsable.
Natera especificó que como parte de su responsabilidad social en educación la empresa apoya a los empleados en su desarrollo, recibiendo ayuda universitaria a través del pago de carreras, maestrías y entrenamientos dentro y fuera del país.
“Realizamos un trabajo en equipo con el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional, ya que la operación de joyería no es común en el país y tenemos que darle a los empleados asistencia técnica para poder realizar los artículos con las calidad que requieren los clientes”.
Medio ambiente
El director de Seguridad y Gestión Humana de DRL, explicó que la compañía tiene una campaña de conservación y manejo responsable del medio ambiente.
“Durante el mes de junio hacemos una campaña de reciclaje a partir de los desechos que genera la operación, con los cuales los empleados hacen artículos que utilizan en sus casas como muebles, lámparas o camas”, indicó Natera.
Manifestó que los empleados de la empresa en conjunto con algunos centros educativos de la zona, realizan jornadas de siembra de árboles y concientizando sobre la importancia del medio ambiente.