Desde la pandemia aumentó la oferta, hubo devaluación y bajaron los cobros.
Santo Domingo, RD.-Los negativos resultados en los indicadores de las empresas distribuidoras de electricidad (EDE) han provocado la reacción pública del presidente Luis Abinader, quien recientemente expresó que no se siente conforme con las gestiones en Edenorte, Edesur y EdeEste.
No es para menos, desde su llegada al poder en agosto pasado, el mandatario
ha visto aumentar o no reducir las pérdidas de las EDE, mientras la demanda de
más recursos para subsidiar al sector es mayor que en años anteriores.
Solamente en los primeros cinco meses de este año, el Gobierno ha destinado
RD$15,455.4 millones en subsidio eléctrico, lo que equivale al 56.5% de las
transferencias por ese concepto durante el 2020 completo, año de mayor efecto
de la pandemia.
Pero la agudización de la crisis no se puede atribuir a deficiencias en la administración; por el contrario, las nuevas autoridades del gabinete eléctrico han reducido los gastos operativos y evitado compras de equipos e implementos adicionales, dando uso a los que estaban en almacenes, aunque no en inventario, como informó el vicepresidente ejecutivo de del Consejo Unificado de las EDE, Andrés Astacio.
La crisis de costos eléctricos, no así del servicio, se ha agudizado por una combinación de factores desde que se inició la pandemia del covid-19.
Las posibles razones
Desde que se inició la pandemia y cuarentena en el país, a finales de marzo de
2020, el Gobierno ordenó a las EDE ofrecer 24 horas de electricidad a todos los
hogares, independientemente de que fueran sectores con alto o bajo índice de
pago.
Por esa razón, las EDE debieron aumentar el suministro de un 85% promedio a casi un 100%, por lo que se sinceraron las pérdidas, al ofrecer electricidad en sectores donde no tienen capacidad de facturación y de cobranzas.
Esa misma receta se aplicó durante la pandemia en la gestión pasada y fue ratificada por las nuevas autoridades, debido a que se inició el año escolar por vía remota (radio y televisión) y era necesario garantizar el servicio eléctrico en los sectores pobres para que los niños accedieran a las clases desde sus hogares sin interrupciones.
A eso se agregó el hecho de que en 2020, se registró una devaluación del peso frente al dólar de un 9.2%, lo cual impactó las finanzas de las EDE, ya que compran energía en dólares, pero la comercializan en pesos y sin variación en la tarifa. Esa situación provocó una caída en el valor de la energía facturada, que solo en el primer trimestre es de 7.1% en comparación con el mismo período de 2020.
En enero-marzo de este año, según el informe de desempeño del sector eléctrico publicado por la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), las EDE aumentaron un 5.1% la compra de energía, el precio promedio subió 4.2% y la facturación por la compra de esa electricidad se incrementó en 9.6%.
En tanto que la energía facturada bajó un -2.3% y el precio de venta de energía, en pesos dominicanos frente al pago en dólares bajó un -7.1%, en comparación con los primeros tres meses de 2020, cuando no se tenían efectos de la pandemia.
Energía más cara
A pesar de que los costos de generación han reflejado una reducción importante,
por la entrada al Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI) de la
central eléctrica Punta Catalina, con más de 700 megavatios, además de la
conversión a gas natural de al menos 740 megavatios que eran de fuel oil en las
unidades Quisqueya I y II y la Compañía Eléctrica San Pedro de Macorís (CESPM),
en los primeros tres meses de este año los costos de generación se
incrementaron.
La razón principal fue la salida de una de las unidades de Punta Catalina, de poco más de 350 megavatios, a causa de fallas en la caldera.
Eso obligó a las EDE a comprar energía de generadores de alto costo como Haina-TG de fuel oil, cuya entrada al SENI dispara los precios de generación del mercado spot.
En los primeros tres meses de este año las EDE compraron energía a generadores por contrato a un precio promedio de 10.1 centavos de dólar el kilovatio/hora (Kw/h), un valor similar al registrado en el primer trimestre del año pasado.
Pero en cuanto a la energía del mercado spot, las EDE la compraron en enero-marzo de 2020 a un valor promedio de 13.7 centavos de dólar el Kw/h, mientras que en igual período de este año el valor subió a 21.9 centavos de dólar.
Ese incremento se debió, principalmente, a la entrada a ese mercado de generadoras de alto costo que generalmente están fuera del sistema, pero que el Gobierno dispuso su entrada para compensar la falta de generación de bajo costo que causó la salida de una de las unidades de Punta Catalina y de otras centrales del sector privado.
Esas unidades de fuel oil entraron a operar en momentos en que el precio del petróleo venía registrando alzas en el mercado internacional, lo que hizo más costosa su generación y agravó la situación financiera de las EDE a costa del Estado.
Eficiencia.
Andrés Astacio, vicepresidente ejecutivo del Consejo Unificado de las EDE, es actualmente gerente general interino de EdeEste, donde ha desarrollado una estrategia para mejorar la gestión, ya que es la distribuidora con mayores niveles de pérdidas.
Astacio informó que en mayo de 2020 las pérdidas de EdeEste superaban el
55%, mientras que para mayo de este año siguen elevadas, pero con tendencia a
mejorar, ya que bajaron a 52%.
Dijo que a su llegada dispuso el uso e instalación de medidores eléctricos que
estaban en almacén, más no en inventario, para aumentar la cantidad de
clientes.