Después de haberse recuperado del coronavirus, el paciente acudió al hospital debido a intensos dolores de cabeza y problemas de visión.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Columbia (EE.UU.) ha descrito el caso de un paciente que perdió temporalmente la visión en uno de sus ojos tras haber contraído el covid-19, según un estudio publicado esta semana en la revista JAMA Otolaryngology-Head & Neck Surgery.

El paciente, de 70 años, acudió al hospital debido a intensos dolores de cabeza (cefalea) y problemas de visión en el ojo derecho. Tres semanas antes, ese hombre había sido diagnosticado con rinorrea (secreción nasal) y covid-19. Se recuperó de esta última enfermedad.

Una paciente sufre ceguera cortical persistente debido a complicaciones causadas por el covid-19

Una paciente sufre ceguera cortical persistente debido a complicaciones causadas por el covid-19

Durante el chequeo médico, el paciente solo podía distinguir movimientos amplios con el ojo afectado y cualquier actividad con ese ojo le provocaba severos dolores. La tomografía computarizada reveló que la fuente de los dolores se encontraba en los senos nasales, que estaban inflamados. Esa afección incluso estaba provocando una erosión del hueso que constituye el vértice orbitario medial, por lo que el paciente fue sometido a una operación de urgencia, observándose purulencia en todos los senos nasales.

La presencia de una bacteria

Los análisis de las muestran evidenciaron la presencia de una bacteria llamada ‘Streptococcus constellatus’, por lo que se inició un tratamiento con antibiótico. Esta bacteria forma parte de la flora normal de la cavidad oral, la región urogenital y el tracto intestinal, pero con frecuencia puede causar infecciones purulentas en otras partes del cuerpo coexistiendo con otros patógenos.

Aunque inicialmente hubo una mejoría en el paciente después de la cirugía, la cefalea y su visión empeoraron progresivamente. Pruebas adicionales revelaron una prevalencia de inmunoglobulina G4 (IgG4-RD), un trastorno inmunitario poco frecuente que suele afectar a múltiples tejidos y órganos con masas similares a tumores y/o aumento de tamaño indoloro.

El rol del SARS-CoV-2 en la pérdida de visión

Con un diagnóstico de rinosinusitis relacionada con IgG4, el paciente recibió otro tratamiento con corticosteroides y otro antibiótico, lo que condujo a una mejora de los síntomas y tres semanas después la visión del paciente volvió a la normalidad y la cefalea desapareció.

“Hasta donde sabemos, este es el primer caso que describe rinosinusitis bacteriana aguda y relacionada con IgG4, simultánea después de una infección anterior por SARS-CoV-2″, señala el estudio. “En general, el covid-19 puede haber provocado la exacerbación de la IgG4-RD subyacente o una respuesta de IgG4, con la precipitación simultánea de una rinosinusitis bacteriana aguda”, señala.

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