Cualquier billetera de Colombia, Paraguay o Venezuela puede acumular millones, pero con bajo poder de compra.
Tener una cartera llena de billetes, en algunos países del mundo, no significa poseer una alta capacidad de compra de productos o servicios, pues en ocasiones solo alcanza para pagar un taxi, comprar pan o leche. Existen denominaciones que, pese a incluir una gran cantidad de ceros, su poder adquisitivo es muy bajo.
En América Latina existen ejemplos de sobra. Entre los casos más relevantes figura el de Venezuela, que recientemente puso en circulación tres nuevos billetes de alta denominación. El de más alto valor, a pesar de poseer cuatro ceros, no sobrepasa el valor de los ocho dólares estadounidenses.
En la región las denominaciones más altas en un billete es de 100,000 y se acuñan en Paraguay y Colombia. En el primero tiene un valor de 16 dólares, ya que la tasa de cambio ronda los 6,218.9 guaraníes por un dólar; y en el segundo corresponden a 31.3 dólares, con una tasa de cambio de 3,197.4 pesos colombianos por dólar.
Los billetes de 50,000 se utilizan en Paraguay, Venezuela (bolívares), así como en Colombia (pesos) y Costa Rica (colones).
Unos 50,000 guaraníes equivalen a US$8, mientras que 50,000 bolívares equivalen a US$7.7. En la moneda colombiana corresponde a US$15.6 y en Costa Rica alcanza un valor de US$85.5, al cierre de junio de este año.
En Chile, Colombia, Costa Rica, Paraguay y Venezuela tienen la tercera denominación más alta de América Latina, la de 20,000. Correspondiendo a unos US$29.4, con una tasa de cambio de 568.6 pesos chilenos por un dólar, 6.2 pesos colombianos, 34.4 colones, 3.2 guaraní y 3.0 bolívares.
Otro billete de alta denominación es el de 10,000, el cual circula en Chile con un valor de US$14,69; Colombia, en donde equivale a unos US$3.12; Venezuela (US$1.5) y Costa Rica (US$17.1). También en estos cuatro países se encuentran papeletas de 5,000.
En República Dominicana y Uruguay la moneda de más alta denominación es de 2,000, cotizada a US$39.22 y US$56.78, respectivamente. Ambos poseen billetes en circulación con valores muy similares, exceptuando el de 20 pesos dominicanos que dejó de circular.
La moneda de mayor denominación en circulación de Argentina, Cuba y México es de 1,000, cotizados a unos 23.5, 37.7 y 52.2 dólares. Mientras que en países como Bolivia, Guatemala y Perú es la de 200, con una cotización de 28.9, 25.9 y 60.9 dólares.
Brasil es el único país de la región que tiene como mayor denominación el billete de 100, con excepción de los países dolarizados que tienen un esquema similar al de Estados Unidos, con un valor en dólar de 21.1 real brasileño. Los billetes de América Latina tienen la característica de que a mayor denominación, menor valor en relación al dólar.
En Venezuela
Otros de los nuevos billetes de Venezuela son los de 10,000 bolívares, que se cotiza a US$1.5; el de 20,000, a US$3.2. Con un dólar se adquieren unos 6,466.46 bolívares. Según lo publicado por el Banco Central de Venezuela (BCV), con estos nuevos billetes se buscaba eficientizar el sistema de pago y facilitar las transacciones comerciales, ya que una simple actividad económica como ir al mercado o pagar un taxi involucra gran cantidad de billetes.
En los últimos cinco años la actividad económica cayó en un 53.4%. Según la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (AN), en los primeros cinco meses de este año acumula 905.6%.
La medida viene dada a unos diez meses de la actualización de su cono monetario, el cual elimina cinco ceros de los billetes venezolanos. Salieron a circulación billetes de 2, 5, 10, 50, 100, 200 y 500 bolívares, con un 100% menos del valor de las actuales, según las autoridades venezolanas.
Economías dolarizadas
Desde 1904, hace ya más de un siglo, Panamá tiene su economía dolarizada. Sus pasos en América Latina lo siguieron Ecuador, desde 2000, y El Salvador que lo hizo un año posterior. Además de estos países, otros desarrollan actividades cotidianas en dólares pese a mantener su moneda.
Para asentar las bases de la dolarización, estas economías pasaron procesos de fuertes crisis inflacionarias, elevado índice de tipo cambiario, inestabilidad macroeconómica, entre otras, que impulsaron un cambio de moneda de manera paulatina. En el caso de Panamá, el dólar coexiste junto al balboa que tiene paridad en valor a la norteamericana.
Además de estos, existen países que realizan actividad comercial con el dólar como moneda, a pesar de mantener un billete de circulación nacional distinto.