Ben David Rose, un maestro sentenciado en 2016 por delitos sexuales en el Reino Unido, se mudó a España tras pasar un corto tiempo en prisión.

Un profesor británico, que cambió su nombre después de ser acusado de cometer delitos sexuales en el Reino Unido, ha sido condenado a 138 años de cárcel en España tras declararlo culpable de producir pornografía infantil y abusar de niños de hasta siete años, informan medios británicos.

Según los reportes, Ben David Rose, de 33 años, cambió su nombre y usó referencias falsificadas para conseguir trabajo como maestro en España después de salir de prisión en Inglaterra, donde constaba en el registro de delincuentes sexuales.

El hombre había sido condenado por delitos sexuales contra menores en 2016, mientras dirigía un campamento de verano en el Reino Unido bajo su verdadero nombre, Ben David Lewis. Tras recibir una sentencia suspendida de dos años, cambió su nombre a Rose, solicitó un nuevo pasaporte y huyó a España, recoge The Olive Press.

Con su nueva identidad, el acusado pudo pasar verificaciones de antecedentes penales para obtener diversos trabajos como docente hasta que ingresó como profesor a un colegio privado de Madrid, donde fue detenido en junio de 2020 y permaneció bajo custodia en prisión preventiva hasta su condena.

Imagen ilustrativa

Detienen en España a un depredador sexual acusado de abusar de al menos 26 menores de entre 8 y 12 años a los que contactó a través de videojuegos

Según el reporte, las autoridades fueron alertadas de la presencia de un “depredador sexual peligroso” que trabajaba en las escuelas de Madrid después de que una investigación realizada por la Policía en Australia sobre la explotación sexual de niños en línea identificara que alguien en la capital española estaba haciendo y distribuyendo imágenes.

Durante el juicio de tres días, que inició a principios de este mes en la Audiencia Provincial de Madrid, el Tribunal escuchó que David fotografió a menores desnudos y retocó las imágenes para agregar sus propios genitales en las tomas, antes de publicarlas en sitios clandestinos de pornografía infantil.

En la sentencia de 72 páginas escrita por tres jueces, lo declararon culpable de ocho cargos de producción de pornografía infantil, un delito de infligir trato degradante a una persona, 32 delitos contra la privacidad y un cargo de falsificación.

Aunque fue condenado a un total de 138 años de cárcel, solo cumplirá un máximo de 20 años de prisión más ocho años de libertad condicional. Además, deberá participar en programas de reeducación sexual y pagar una indemnización de entre 3.200 y 6.400 dólares a la familia de cada víctima.

Autor

Comparte la Noticia: