A sus 76 años, el líder de la izquierda brasileña obtendría un 48 % de los votos si las elecciones se celebrasen a día de hoy, frente al 27 % de Bolsonaro.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, llevaba meses entusiasmado con su progreso en las encuestas sobre los comicios de octubre, pero el último sondeo de la prestigiosa consultora Datafolha le cayó como un jarro de agua fría: Luiz Inácio Lula da Silva no solo recuperó la ventaja perdida, sino que además podría vencer en la primera vuelta.
A sus 76 años, el patriarca de la izquierda brasileña obtendría un 48 % de los votos si las elecciones se celebrasen a día de hoy, frente al 27 % de Bolsonaro.
En este sondeo divulgado la noche del jueves, y publicado por Folha de Sao Paulo, Datafolha proyectó también un escenario con el número de votos válidos, sin blancos ni nulos, y el dato no puede ser mejor para el líder del Partido de los Trabajadores (PT): saldría vencedor con 54 %, frente al 30 % de Bolsonaro.
Si hubiera balotaje, el exmandatario ganaría por 58 % a 33 %, 25 puntos de diferencia.
En marzo, la brecha entre ambos era de 17 puntos en primera vuelta y de 22 en la segunda.
“Los pies en el suelo”
La campaña de Lula, sin embargo, evita caer en el triunfalismo.
“Para nosotros, los pies en el suelo. Necesitamos calzar la sandalia de la humildad. Ampliar las alianzas, poner la campaña en la calle y llamar al país para que se una a Lula y Alckmin [Geraldo, candidato a la vicepresidencia]”, declaró este viernes al portal G1 el diputado José Guimaraes, vicepresidente del PT.
Datafolha advierte de que este sondeo no se puede comparar directamente con el de marzo, porque incluye escenarios con candidatos diferentes, pero sí confirma la extrema polarización de los brasileños.
En este último escenario no están, por ejemplo, ni el exjuez Sergio Moro ni el exgobernador de Sao Paulo Joao Doria. Ambos buscaban liderar la “tercera vía”, una alternativa al pulso Lula-Bolsonaro, pero terminaron abandonando el barco ante la falta de apoyos.