Cuando en la familia llegan los adolescentes, ha ocurrido un cambio en el ciclo familiar.
El cambio es una característica de los sistemas, sin embargo, los sistemas quieren mantenerlo todo igual. Muchos padres quieren seguir tratando a los adolescentes como a niños.
Los padres en esa etapa deben aprender a negociar con sus hijas e hijos. Hay que dedicarles tiempo.
Hay que ser héroes y heroínas de nuestros hijos, ya que si no somos nosotros, los malos modelos los atraen, se acercan a la rebeldía, adicciones y comportamientos que llamarán nuestra atención.
No se recomienda golpear a nuestros hijos, ni sermonearlos con insultos. Hay que crear un ambiente de respeto con ellos, dedicarles tiempo. Lo repito, estar presentes para ellos, conocer sus sueños y sus miedos.
En esta vida actual queremos crecer social y económicamente y para lograrlo descuidamos a los hijos. Luego cuando vengan los desequilibrios y síntomas aparecerá el tiempo para visitarlos en el hospital, la cárcel o el centro de rehabilitación de drogas.