El interés o deseo sexual es el desencadenante e iniciador  de la respuesta sexual, tanto en hombres como en mujeres. Cuando el deseo se instaura en la mujer le sigue lo que se llama la Excitación. En la mujer ocurre erección  del clítoris, debido a un mayor flujo de sangre a la pelvis. 

Se genera congestión  de la vagina, el útero y el clítoris.

El flujo de sangre aumentado en la vagina provoca una secreción  mucosa de aspecto claro, que permite que la penetración sea sin dolor y más agradable. La pareja debe preparar a la mujer para que esté bien excitada, así luego de la fase de  meseta el orgasmo se dispara con más facilidad. 

Después de la menopausia la lúbricación de la mujer puede disminuir por los cambios hormonales. 

La combinación  de sensaciones vaginales y clítorídeas son distintivas de la Respuesta Sexual Femenina. La penetración estimula por tracción, el capuchón del clítoris  provocando el orgasmo. El estímulo directo del clítoris puede ser muy efectivo.

Cuando la zona genital, llena del flujo sanguíneo se libera, desencadena contracciones musculares en la zona pélvica. El útero en el orgasmo se contrae. Todo esto provoca sensaciones placenteras conocidas como orgasmo, que cada mujer describe de manera muy personal. La manera de vivir el placer es muy particular… En la calidad de los orgasmos influyen: el estado de ánimo, y aspectos como el nivel de excitación y el significado de la pareja.

 Se llama anorgasmia Femenina a esa incapacidad de la mujer para lograr su orgasmo. Se recomienda no esforzarse en conseguirlo. La idea es disfrutar las sensaciones placenteras y concentrarse en ellas. 

La frecuencia de anorgasmia es variable de acuerdo a los estudios. El informe Kinsey reportó una frecuencia de un 10%.  Otros estudios señalan cifras mayores que van desde un 15% a un 40%. La idea general es que muchas mujeres no disfrutan plenamente su sexualidad por su imposibilidad de llegar al orgasmo. 

La falta de orgasmo con la penetración  puede ser mayor, de acuerdo a otros estudios.

Según Helen Kaplan, todas las mujeres son capaces de tener un orgasmo, salvo enfermedades físicas o mentales graves. También señala como impedimentos los graves conflictos conyugales. 

Para que el orgasmo femenino se presente es importante que la mujer tenga un buen deseo sexual y que haya sido ampliamente estimulada y excitada por su pareja. Esto facilita que aparezca esa fase placentera que llamamos orgasmo.

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