Jorge Messi y Josep Maria Bartomeu se reunieron este miércoles, en un primer encuentro que se prolongó durante algo menos de dos horas y en el que, como se sospechaba, no llegaron a ninguna entente. El Barcelona se mantiene inflexible en su postura de mantener al crack en la plantilla y descarta cualquier clase de negociación que el padre de Leo intentó y que, confirmaron diversas fuentes a ESPN Deportes, desembocó en un final sin acuerdo de ningún tipo.

Después de una jornada enloquecedora, que comenzó a primera hora de la mañana con con la llegada a España de Jorge Messi, la reunión se llevó a cabo en las oficinas del Camp Nou, participando en ella Josep Maria Bartomeu y Javier Bordas por parte del club y Jorge Messi, Jorge Pecourt (abogado del bufete Cuatrecasas) y Rodrigo Messi por parte del jugador.

La reunión, celebrada en un “ambiente cordial” de acuerdo a las fuentes, duró algo menos de dos horas y comenzó con Josep Maria Bartomeu trasladando a Jorge Messi el “desconcierto” que le supuso al club conocer la decisión de Messi y, más aún, recibir un burofax totalmente inesperado. A partir de aquí las dos partes expusieron sus posturas “de palabra” y alejándose de la frialdad de los papeles… Para acabar el encuentro, de hecho, con las mismas diferencias que comenzó.

El Barcelona se mantiene firme en apostar por la continuidad de Lionel Messi en el equipo, más allá de negociar una renovación que mantiene abierta en sus planes, y advirtiendo Bartomeu que su postura no variará porque no va anegociar en ningún caso la salida del jugador. Más aún, el presidente azulgrana inquirió a Jorge Messi la conveniencia de que el capitán se incorporé “lo antes posible” a los entrenamientos porque es “lo mejor para todos”.

“Tiene contrato en vigor y un contrato muy claro” mantuvo como argumento principal el presidente azulgrana, mostrando su disposición, y la del club, a no tomar ningún tipo de medidas disciplinarias por la ausencia de Messi en el comienzo de pretemporada y confiando en que recapacite y se pueda recuperar la normalidad lo antes posible…

CHOQUE

Pero enfrente, la postura de Jorge Messi, apoyado por las tesis que puso sobre la mesa Jorge Pecourt, se mantuvo igualmente impasible. Messi se reafirma en su intención de marcharse, considera acabada su etapa en el Barcelona y cree tener el derecho, tanto legal como personal, de irse, tal como expresó en el burofax y repitió, de palabra en la reunión.

El espíritu de la cláusula que remitía a diez días tras el final de la temporada, marcado en el contrato como fecha límite el 10 de junio, se considera hábil para utilizarse por parte de Messi en agosto, tomando el día 23 como el final oficial, real, de la temporada y es a partir de ahí que se considera con derecho para abandonar el Barcelona.

Messi sigue con la mano abierta al club para encontrar una salida pactada, de buenas maneras, sin colisiones y evitando, tratándolo, de enquistar un caso que, entienden, no favorece a nadie y menos atendiendo a que el deseo del jugador es absolutamente firme.

De momento no hay concretada otra reunión y aunque se entiende que deberán volver a encontrarse, esta primera toma de contacto dejó claro que se enfrentan la noche y el día… Y que será difícil, mucho, encontrar un punto de encuentro.

RIESGO

El Barcelona considera que la posición de Leo es cada vez más difícil e incómoda, dando por hecho que ningún club le querrá fichar sin más, apoyando las tesis del futbolista y exponiéndose a un juicio futuro, en los próximos meses o incluso un año después, en el que el club que le acogiera fuera condenado a pagar los 700 millones de euros que mantiene el Barça cuesta la libertad de Messi.

De hecho, en la dirección que ya publicó el diario El País, ESPN Deportes pudo conocer de una fuente cercana al club inglés que el Manchester City no tiene la intención de entrar en ningún escenario que no sea la libertad del jugador argentino. “El City no dará ningún paso mientras no estén las cosas claras entre Messi y el Barça” reveló la fuente, solventando que sin la carta de libertad no se arriesgará el club británico a entrar en ninguna clase de conflicto con el Barça.

A partir de ahí, y dando cuenta que el Barcelona sigue inflexible en su postura, la posición de Leo Messi puede entenderse complicada… A no ser que se conociera la famosa cláusula que le liberaba de pagar los 700 millones de euros y que, mantiene su abogado, es la carta definitiva. Una carta que rechaza exista el club.

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