El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, confía en que Irán no cumpla su amenaza de vengar el asesinato del líder del buró político del movimiento palestino Hamás, Ismail Haniya, del que Teherán responsabiliza a Israel.
Preguntado sobre si el país persa “desistirá” en su respuesta, el mandatario dijo: “Eso espero. No lo sé”.
Tras el asesinato de Haniya en su residencia en Teherán, el presidente iraní, Masoud Pezeshkian, prometió que “hará que los terroristas ocupantes se arrepientan” de su muerte. “Es nuestro deber tomar venganza”, aseveró.
Este sábado, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) reiteró su amenaza contra Tel Aviv, prometiendo que el país hebreo “recibirá resueltamente la respuesta a este crimen” y que “será un ‘castigo severo’ en el momento, lugar y calidad adecuados”.
Poco después del asesinato, trascendió también que el líder supremo del país persa, el ayatolá Alí Hoseiní Jameneí, ordenó lanzar un ataque directo contra Israel y elaborar un plan de defensa en caso de un eventual ataque de Tel Aviv o de Washington.
