Un ministro manifestó que mantener a dicho consejero en su cargo es una creciente “señal de debilidad”.
El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, se enfrenta a una revuelta de su gabinete por el respaldo brindado a uno de sus asesores, de quien piden su dimisión por haber violado el régimen de aislamiento impuesto por la pandemia del coronavirus, informa el diario The Sun.
Dominic Cummings, el principal asesor de Johnson, es acusado de violar las reglas del confinamiento en tres ocasiones al hacer viajes no esenciales. A inicios de abril pasado, Cummings llevó a su esposa infectada por el covid-19 desde Londres hasta su granja familiar cerca de Durham, a 434 kilómetros de la capital británica, y se cree que viajó en una segunda ocasión hasta esa localidad, mientras que testigos afirman haberlo visto visitando un castillo en los alrededores.
Tras revelarse sobre estos viajes, Johnson se reunió el 23 de mayo con Cummings y se especulaba que el asesor dimitiría, pero posteriormente el primer ministro dijo que había eximido a su consejero de cualquier irregularidad y calificó sus acciones de “sensatas y defendibles“.
Esas declaraciones han molestado a algunos ministros del gabinete. El asesor “no puede quedarse”, dijo un ministro que no dio su nombre al periódico. “Tiene que haber algún tipo de arrepentimiento por parte de Boris también o pasará las próximas diez semanas teniendo que responder a preguntas sobre todo esto”, “la gente está furiosa, porque han estado haciendo lo correcto y aislándose” durante la pandemia”, agregó.
Un segundo ministro que tampoco dio su nombre manifestó que mantener a Cummings en su cargo es una creciente “señal de debilidad“.