El cacique Enriquillo, el gran guerrero del Bahoruco, luego de firmado el Tratado de Paz con Barrionuevo, se radicó en Azua, en donde murió el 27 de septiembre de 1533, por lo que en Pueblo Viejo, (la Azua de Cuyocaguas y de 1504) para orgullo y gloria, está sepultado el primer libertador y defensor de la raza de América.

“Fue el único cacique de América invencible al empuje avasallador de los valientes capitanes de la conquista. El primer aborigen ilustrado, fundador de la primera república mínima y soberana, primer libertador de América”.

“Por cierto Don Enrique, si vos lo conocisteis e pudisteis sentir, yo os tengo por uno de los más honrados e venturosos capitanes que a avido sobre la tierra en todo el mundo hasta nuestro propio tiempo”. (De Oviedo, Gonzalo Fernández, historia general y natural de indias, Tomo I).

Como un homenaje al gran cacique Enriquillo, fue instituido “Día de Enriquillo” el día 27 de septiembre de cada año y aniversario de su muerte. Decreto núm. 6855 del 29 de septiembre de 1950.

Este monumento fue construido por la alcaldía del municipio de Azua, en la gestión del Ingeniero Rafael Hidalgo Fernández, y la idea creativa y conceptual les correspondió a los gestores culturales Edward Mariano, Bayardo Ortiz y Rannel Báez.

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