La calidad como cultura es un elemento estratégico para la competitividad de las empresas dominicanas.

Santo Domingo, RD.- La adopción de un sistema de gestión de la calidad es una decisión estratégica para República Dominicana, sus instituciones públicas y sus empresas.

Hoy en día no es posible permanecer en el mercado siendo exitosos si lo que se entrega y vive desde las empresas no está marcado por un constante empeño por la calidad. Es decir, calidad y competitividad van de la mano. Por eso algunos países exhiben con orgullo el “Hechoen”, del cual poco a poco se ha ido empoderando la industria dominicana.

Este compromiso requiere contar con instituciones fuertes que la fomenten, que definan mecanismos, que regulen, que den seguimiento, que se articulen entre sí.

Un elemento importante es entender el valor de los instrumentos de regulación de calidad: normas, reglamentos técnicos, certificaciones, acreditaciones y servicios de metrología, que ayudan a cumplir y evaluar las políticas de calidad, a medir resultados, a estar vigilantes de estándares y fomentar cada día mejores estándares de acuerdo con parámetros nacionales e internacionales. Ayudan también a contratar el personal que se requiere para estas tareas, a capacitarle y empoderarle de esta labor en las empresas.

El sistema en RD

El 78% de nuestras exportaciones está compuesta por alimentos (23%) o bienes manufacturados (55%). Desarrollar la cultura de calidad no es, entonces, un tema local, sino global. Se trata de mercados extranjeros, entre ellos la Unión Europea o Estados Unidos, con larga trayectoria y con normativas exigentes en este aspecto.

Sus consumidores –al igual que los dominicanos– cada vez más exigen los más altos estándares de calidad en los productos que compran. La calidad es percibida, entonces, como un derecho de los consumidores y compradores que desean asegurar la salud, proteger el medio ambiente, asegurar un juego limpio y transparente entre los agentes en el mercado y contar con confianza y seguridad en el mercado.

La calidad, por lo tanto, se convierte en un elemento diferenciador en el mercado y, junto al precio, en factor clave de éxito.

República Dominicana ha dado pasos significativos de avances en la instauración de una cultura de calidad. El Sistema Dominicano de la Calidad (Sidocal) es responsable de desarrollar esta cultura, de fomentarla, de fortalecerla, de producir el instrumental especializado de regulación de la calidad para que encarne en los productos y servicios, respondiendo a requisitos y derechos de los consumidores, a las exigencias del mercado.

Trabajar la calidad como cultura implica que el tejido social y productivo-empresarial del país lo asuma en su modo de ser, de hacer, de tomar decisiones, de asumir valores, reglas, códigos o normas que la definen.

De la fortaleza del trabajo del Sidocal y las instituciones que lo componen depende, en gran medida, que la economía dominicana permanezca en esta ruta tan fundamental para la competitividad.

Desde la AIRD se ha trabajado y se trabaja constantemente a favor de incrementar los parámetros de calidad porque se asume que es trabajar a favor de la competitividad de las industrias, tanto en el mercado interno como de cara a las exportaciones.

El trabajo conjunto entre el sector público y el privado garantiza el éxito en esta dirección. El Sidocal, por lo tanto, es un tema que compete a todos los actores involucrados en el desarrollo económico de nuestro país. Es un instrumento del Estado cuyo fin es proteger la salud y el medio ambiente, en base a parámetros de calidad, pero también es clave para incrementar las posibilidades de competir en un mercado abierto como el que vive hoy el mundo.

El Consejo Dominicano para la Calidad (Codoca) está formado por entidades públicas y privadas, académicas y de la sociedad civil y es clave en el desarrollo de la calidad como cultura.

Tanto el Codoca como el Sidocal son clave para que la calidad como cultura siga fortaleciéndose, para que se encarne en procesos, en la producción de bienes y servicios tanto públicos como los que proveen las empresas.

La misión de Codoca-Sidocal se da mediante la provisión de bienes públicos y servicios técnicos especializados que instrumentan, concretan y viabilizan la calidad, generan confianza y confiabilidad y tributan capacidad de inserción competitiva a todo lo “HechoenRD”.

Calidad, consumidores y defensa comercial

Cada vez más el consumidor no acepta menos que los más altos parámetros internacionales en la calidad de productos y servicios. Para permanecer en el mercado se deben cumplir estos parámetros. República Dominicana ha avanzado en su definición e implementación.

Es por esa razón que es un contrasentido y además es una competencia desleal permitir la importación de productos que no cumplan nuestras normas de calidad. En ese sentido, es necesario ser consistentes y fuertes en impedir las importaciones de productos que no cumplan las normas de calidad establecidas, sin importar su origen.

Las aduanas dominicanas, en ese sentido, y los organismos de vigilancia, deben ser firmes: los productos que no llenen los requisitos de calidad deben ser devueltos de nuestras aduanas y/o retirados de los puntos de venta antes de ser una competencia desleal para los productos que las cumplen, una amenaza para la salud de los consumidores o un riesgo para la vida de muchos. Por lo tanto, contar con parámetros de calidad bien establecidos y con la calidad como cultura es también un mecanismo de defensa comercial.

Desayuno temático

La AIRD organizó un Desayuno Temático con el tema de la calidad como cultura, que incluyó una exposición del viceministro de Desarrollo Industrial del MICM, Juan Tomás Monegro, y de Pablo Pineda, quien es el Coordinador Nacional del Sistema de Calidad de Guatemala.

Las presentaciones fueron seguidas de un panel en que participaron, además de los conferencistas, Manuel Guerrero, director general del Instituto Dominicano para la Calidad (Indocal); Fernando Reyes, director ejecutivo del Organismo Dominicano de Acreditación (ODAC), y Anina del Castillo, directora de Pro-Consumidor, quienes respondieron muchas inquietudes de los participantes. El panel fue moderado por Circe Almánzar, vicepresidente ejecutiva de la AIRD.

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Por El Dinero