El fiscal general del estado, Rob Bonta, denunció que los fabricantes sabían sobre los efectos dañinos de los componentes, pero continuaron su producción en masa y no advirtieron al público.

En EE.UU., el estado de California presentó este jueves una demanda contra 18 fabricantes de sustancias perfluoroalquiladas, conocidas comúnmente como “sustancias químicas permanentes” (abreviadas como PFAS en inglés), por poner deliberadamente en peligro las vidas de los residentes y dañar los ecosistemas locales. La reclamación fue registrada ante la Corte Superior del condado de Alameda por el fiscal general del estado, Rob Bonta.

Concretamente, la parte demandante sostiene que empresas como 3M o DuPont “sabían o deberían saber” sobre la naturaleza tóxica de las sustancias en cuestión, pero continuaron su producción en masa y ocultaron sus efectos dañinos del ojo público.

“La denuncia de hoy es el resultado de una investigación que duró años y descubrió que los fabricantes de PFAS violaron a sabiendas las leyes estatales de protección del consumidor y de protección del medioambiente”, afirmó Bonta.

El fiscal remarcó que estos químicos son “omnipresentes” en el estado y se hallan en el torrente sanguíneo del 98 % de los californianos y en toda la población animal.

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Asimismo, apuntó que las PFAS, usadas para fabricar un amplio abanico de artículos, como productos de limpieza o utensilios de cocina, están asociadas con numerosas enfermedades, incluida formas de cáncer, retrasos y defectos en el desarrollo infantil, infertilidad y problemas inmunitarios.

Secreto empresarial

La denuncia incluye una reseña histórica que apunta que los productores estaban al tanto de los efectos perniciosos de estas sustancias, indicando que ya en los años cincuenta 3M y DuPont sabían sobre su toxicidad. Asimismo, en los 60 confirmaron que las PFAS se filtraban en las aguas subterráneas y en la década siguiente concluyeron que se bioacumulaban en los humanos.

A pesar de esos hallazgos, la producción de productos con PFAS prosiguió. En 2003, desde DuPont mostraron su confianza en que “no hay efectos para la salud asociados con la exposición” al PFOA (ácido perfluorooctanoico, un agente químico presente en las PFAS) y que este “no es un problema de salud humana“.

Mientras, 3M frenó la producción de la sustancia química PFOS (ácido perfluorooctanosulfónico, también presente en las PFAS) bajo la presión de las autoridades estadounidenses. No obstante, más de una década después, en noviembre de 2018, aseguró que “el vasto cuerpo de evidencia científica no muestra que la PFOS o la PFOA causen efectos adversos para la salud humana a los niveles de exposición actuales, o incluso a los niveles históricamente más altos encontrados en la sangre”.

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