La idea de dar 10.000 pasos al día para mantener una buena salud se ha establecido en el imaginario popular durante años. ¿Pero es realmente una norma basada en evidencia científica o se trata solo de otro mito de la salud?
Según varios reportes, el concepto de los 10.000 pasos no tiene un origen científico, sino que es un truco publicitario que se remonta a la década de 1960, cuando una empresa japonesa inventó un podómetro llamado “Manpo-Kei“, que se traduce como “medidor de 10.000 pasos”.
Sin embargo, varios estudios han reducido ese número a la mitad. En este sentido, una reciente investigación de Vitality y la London School of Economics (LSE) demostró que caminar 5.000 pasos tres veces por semana podría añadir tres años de vida.
Los investigadores analizaron los comportamientos y hábitos de un millón de miembros del programa de Vitality en el Reino Unido y Sudáfrica durante 10 años, con el objetivo de determinar las mejores formas de desarrollar y mantener hábitos saludables, así como analizar cómo estos pueden beneficiar a la longevidad.
El estudio reveló impactos positivos principalmente en adultos mayores de 65 años. Las personas de este grupo etario, que daban regularmente 7.500 pasos por tres o más veces a la semana, redujeron un 52 % el riesgo de mortalidad por causas comunes. Además, se evidenció que al caminar más de eso las mejoras a la salud eran más graduales.
Los investigadores concluyeron que, en todos los grupos de edad, aquellos que mantuvieron el hábito de actividad física tres veces por semana durante más de dos años pueden agregar 2,5 años a la esperanza de vida de los hombres y tres años a la de las mujeres.
Respecto al impacto de los hábitos de actividad física sobre los riesgos de desarrollar diabetes tipo 2, quienes caminaron 10.000 pasos tres veces por semana durante tres años redujeron su riesgo hasta en un 41 % y quienes lo hicieron cuatro o más veces por semana redujeron el riesgo en un 57 %.