La película apenas recaudó RD$186,950 durante cinco semanas en cartelera.

Santo Domingo, RD.- Compañías como Disney apuestan por traer adaptaciones de sus clásicos animados como Cruella (2021), La Sirenita (2022), Maléfica (2014) o Alicia en el país de las maravillas (2010). Mientras, otros directores se auxilian de libros para recrear obras literarias en la pantalla grande.

Ese fue el caso de la novela dominicana “Candela” (2017) del novelista Rey Andújar, que fue llevada al cine por el director Andrés Farías. “Cuando leí el libro quedé fascinado con el Santo Domingo que presentaba, un universo oscuro y decadente atravesado por la inocencia de sus personajes ante una tragedia”, explica Farías.

“Estamos en el Caribe que respira detrás de la máscara, el de sangre, ron y humo a la espera de un huracán que entrelaza las vidas de la abogada Sera, un policía alcohólico y Lubrini, un drag queen que busca justicia. Estos personajes se unen en una pesadilla alejada de las piñas coladas y los hoteles todo incluido”, establece la trama.

El audiovisual relata que los protagonistas serán el foco de atención del asesinato de Renato, un poeta y narcotraficante quien tuvo una misteriosa muerte, mientras Santo Domingo se debate entre ser un paraíso y una estación del infierno. Además, la narrativa cinematográfica combina el suspenso con el thriller policíaco, mientras se desarrolla en el cabaret “Candela”, un espacio marcado por la lujuria, voluptuosidad y tragedia.

Conforme datos de la Dirección General de Cine (DGCine), el audiovisual estrenado en 2021 permaneció cinco semanas en cartelera, registró la asistencia de 557 espectadores y obtuvo RD$186,950 en recaudaciones. Estos ingresos superaron a su homóloga “Mosh”, con más del 100% (RD$4,300), RD$163,575 más que Guayabo (RD$23,375) y RD$165,500 más que “Flow” (RD$21,450). Sin embargo, “Hotel Coppelia” (RD$3.2 millones), “Sol en el agua” (RD$498,485) y “Más que el agua” (RD$1.3 millones) la superan en ingresos por venta de taquillas.

“La recepción de la película fue extraordinaria, no nos podemos quejar. Para mí fue importante la conexión que tuvo la película con el público y los comentarios que surgieron en los pasillos del cine luego de la proyección, porque evidencia que gustó”, explica.

Agrega que el artículo 34 de la Ley 108-10 permite que los productores apuesten por crear audiovisuales cinematográficos. “Sin la ley, el riesgo de la inversión sería muy alto para nuestro mercado nacional”, afirma.

Perspectivas

El séptimo arte ha servido para mostrar personajes del orgullo LGBTQI+, logrando atraer un nuevo público y recibir críticas, pero que insertan a la comunidad en la pantalla grande.

De acuerdo con datos de Statista, América Latina registra 33 millones de personas que pertenecen a la comunidad LGBTQI+ hasta el 2019. Con este segmento, los medios y las marcas les tienen cada vez más en cuenta como público destinatario de sus campañas publicitarias y comunicaciones, establece el portal.

Ante esto, Farías entiende que los seres humanos, indistintamente de su preferencia sexual, merecen respeto y derecho a amar libremente. “Filmé a Lubrini (personaje drag queen interpretado por César Domínguez) intentando entender su carga emocional y retratándose con la dignidad que merece cualquiera de nosotros”, expresa.

Entiende que la dirección cinematográfica se constituye como un viaje fascinante que transforma a las personas y deja aliados en el trayecto. “Ir al set diariamente tenía un carácter más lúdico que laboral, se trataba de crear un mundo y ser fiel a la cosmovisión personal”, acotó.

Sector

El audiovisual fue galardonado 14 veces en premios como Dominican Film Festival New York, Premio de la crítica cinematográfica y Festival de Cine Dominicano. Ante esto, el director plantea que República Dominicana cuenta con una Ley de Cine “envidiable” por otros países de América Latina y el Caribe, ya que el incentivo fiscal demuestra funcionar a favor del desarrollo de la cinematografía dominicana y su exportación como agente cultural y económico.

Hasta septiembre de 2022, el organismo institucional registra tres proyectos internacionales con un presupuesto de RD$5,100.4 millones. Mientras, dos nacionales (La cigüeña y Orgullo de Quisqueya) se encuentran en rodaje, con un presupuesto de RD$999.5 millones.

Al finalizar el año, República Dominicana registró 125 proyectos cinematográficos que movilizaron RD$15,000 millones, lo que afianza a la nación como un destino fílmico que atrae producciones extranjeras y de inversionistas que apuestan por la promoción de este arte.

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Por El Dinero