La gran estación espacial modular china tendrá forma de T y constará de tres módulos de espacio habitable hasta 110 metros cúbicos.
Este martes, el cohete portador chino Long March-5B envió a la órbita una versión de prueba de la nave espacial tripulada china de nueva generación y una cápsula de retorno de carga. El lanzamiento constituye “el tercer paso” hacia la creación de una estación espacial de construcción china cuya puesta en funcionamiento está programada para 2022, señaló la Agencia China de Vuelos Espaciales Tripulados (CMSA, por sus siglas en inglés).
“El exitoso vuelo inaugural del Long March-5B, un nuevo tipo de vehículo de lanzamiento que ha sido especialmente desarrollado para los proyectos espaciales tripulados de China, marcó el comienzo de la construcción de una estación espacial china”, dijo el director del proyecto Long March-5B, Wang Jue, al diario Global Times.
En realidad, el proyecto de la gran estación espacial modular china lleva en desarrollo desde hace casi cuatro décadas y ya se conocen varios detalles de la futura construcción extraterrestre.
Diseño general
En febrero, Xinhua divulgó algunas de las especificaciones de la estación planeada.
Se espera que el aparato tendrá forma de T y constará de tres partes: el módulo central, llamado Tianhe, y dos cápsulas de laboratorio, Wengtian y Mengtian, situadas a ambos lados. Tianhe no solo será el centro de gestión y control, sino también el principal segmento habitable de la estación, apropiado para largas estancias de tres personas.
En cuanto al tamaño, el módulo central medirá 16,6 metros de longitud por 4,2 metros de diámetro, y tendrá un peso de 22,5 toneladas.
El espacio interno habitable del segmento Tianhe es de 50 metros cúbicos y puede ser aumentado hasta 110 metros cúbicos gracias a las dos cápsulas laterales. Es considerablemente más pequeña que la EEI (de 388 metros cúbicos) y que la estación rusa Mir (1986-2001, alrededor de 400 metros cúbicos).
Al mismo tiempo, una imagen artística publicada en el sitio de la CMSA hace suponer que a la estación podrán unirse otros módulos, ya que en la visualización aparecen una nave de carga y otra tripulada acopladas al módulo central.
Se espera que la estación tendrá una vida útil de al menos 10 años, que podría extenderse.
¿Cómo se construirá?
El proceso de ensamblaje de la estación se llevará a cabo en la órbita. Para hacerlo posible se necesitarán más de 10 lanzamientos de cohetes de los siguientes tres tipos, indica Xinhua:
- Long March-2F
El Long March-7 puede llevar a la órbita baja alrededor de 13,5 toneladas de carga. Su primer lanzamiento tuvo lugar en 2016.
En lo referente a la estación espacial, el Long March-7 se utilizará para transportar varias cargas, entre ellas agua y alimentos para los astronautas, paneles solares, herramientas y piezas de repuesto.
- Long March-5B
Este cohete, que hizo su vuelo inaugural este martes, es el modelo chino más potente y puede transportar a la órbita baja una carga de no menos de 22 toneladas, es decir, es capaz de llevar a la altura correcta el segmento central de la estación, sin mencionar los módulos laboratorios. Diseñado especialmente para el transporte de esos segmentos, el Long March-5B “será la espina dorsal de la construcción” de la estación, asegura Wang Jue.
¿Cómo se desarrolló el proyecto?
Aunque el programa espacial de China se inició a finales de los años 1950, el plan de crear una estación espacial se desarrolla desde 1992. Denominado Proyecto 921, prevé tres etapas, según el portal Global Security:
- vuelo espacial tripulado;
- lanzamiento de un laboratorio espacial que funcione automáticamente y sea capaz de recibir tripulantes ocasionalmente;
- creación en la órbita de una estación tripulada permanente.
La primera meta fue alcanzada, en 2003, con el vuelo de la nave tripulada Shenzhou.
En 2011, China lanzó a la órbita la primera estación automática, la Tiangong 1. Tras pasar en el espacio cuatro años y medio y realizar tres acoplamientos con naves espaciales —dos de ellas tripuladas—, el laboratorio perdió la conexión con la Tierra en 2016 y se destruyó en la atmósfera en 2018.
La segunda estación de este tipo, la Tiangong 2, pasó en la órbita casi tres años entre 2016 y 2019. Estuvo habitada durante un período de 30 días.
En cuanto al diseño general de la estación permanentemente habitada, en términos generales estaba lista hace ya nueve años. En 2011 se planeaba que su construcción habría concluido en 2020.