El astrofísico Avi Loeb asegura que examinó un objeto que se movía por el espacio “más rápido que el 95 % de las estrellas cercanas al sol”.
Un profesor de la Universidad de Harvard (EE.UU.) asegura haber descubierto posibles pruebas de vida extraterrestre, un suceso que, según dijo, cambiaría la forma en que los humanos entienden su lugar en el universo.
El astrofísico israelí Avi Loeb, director del departamento de Astronomía de Harvard, declaró este lunes en el programa ‘Fox & Friends’ que examinó un objeto que se movía por el espacio “más rápido que el 95 % de las estrellas cercanas al sol”, con mayor “fuerza material” y dureza que la mayoría de las rocas. Además, descartó que pudiera ser un meteorito típico, al atribuirle la posibilidad de “propulsión”.
Loeb asegura que se están reuniendo algunos resultados “interesantes” a ese respecto, aunque no puede detallarlos hasta que los haya estructurado en un artículo científico, que espera poner a disposición pública dentro de un mes. “Lo que estamos haciendo ahora es analizar la composición de las partículas fundidas que se desprendieron de este objeto cuando quedó expuesto a la bola de fuego que creó al desplazarse por el aire”, indicó.
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El experto sostiene que para los terrícolas el hallazgo de vida extraterrestre sería algo similar a encontrar un vecino oculto. “Significaría que tenemos un vecino, que no estamos solos. Al igual que cuando uno sale al jardín y encuentra una pelota de tenis lanzada por alguien y se da cuenta de que tiene un vecino”, comentó.
“Ese es el cambio básico en nuestra perspectiva sobre nuestro lugar en el universo”, afirmó Loeb. “Y la siguiente pregunta sería, por supuesto, si esa civilización está mucho más avanzada que nosotros. Y si sería un cambio fundamental”, agregó.
Loeb también se refirió a las polémicas declaraciones de un exfuncionario de inteligencia de la Fuerza Aérea de EE.UU., David Grusch, quien recientemente denunció ante el Congreso que Washington lleva décadas instrumentando un programa secreto dedicado a recoger datos y analizar objetos voladores no identificados que habrían sufrido accidentes.
“Deberíamos acogerlo con satisfacción. Será una información de la que podremos aprender. Nos inspirará para explorar el espacio. Puede que nos haga mejores, en lugar de pelearnos entre nosotros. Quizá sea una llamada de atención para que nos demos cuenta de que hay cosas más importantes en la vida que pelearnos con otras personas”, afirmó.