Los investigadores observaron cómo el aumento de los niveles de dióxido de carbono afecta el aprendizaje de los niños.
Científicos de la Universidad de Colorado en Boulder, la Escuela de Salud Pública de Colorado y la Universidad de Pennsylvania han demostrado que los altos niveles de dióxido de carbono en la atmósfera pueden afectar a las capacidades intelectuales de los humanos, según recoge su comunicado en Phys.org.
Los humanos ya estamos experimentando el calentamiento global causado por las crecientes cantidades de gas CO2 expulsado a la atmósfera. Sin embargo, el estudio científico, publicado en EarthArXiv, sugiere que a medida que aumentan los niveles de CO2, podemos afrontar otro problema: el pensamiento confuso.
En particular, los investigadores observaron cómo el aumento de los niveles de dióxido de carbono afecta el aprendizaje de los niños. Experimentos anteriores ya demostraron que una alta concentración del dióxido de carbono afecta realmente a las capacidades mentales, si bien el problema pudo ser solucionado con una simple ventilación de las aulas.
Lo que no se conocía era el efecto del aire fresco ‘entrante’ con una gran concentración de CO2. En este sentido, los especialistas contemplan dos escenarios: uno en el que la humanidad reducirá la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos a la atmósfera y otro en el que las emisiones permanecen sin cambios. Según el estudio, las habilidades cognitivas de los estudiantes se reducen en cualquiera de los dos casos.
Los científicos estiman que, en el mejor de los casos, la inteligencia de los estudiantes disminuirá en 2100 en un 25%. En el peor de los casos lo hará en un 50%.