Se determinó además que el clima, en escalas de tiempo largas, también puede afectar la actividad volcánica.
Este 2 de agosto, un grupo de investigadores publicó en la revista científica Nature Geoscience un estudio en el que aseguran que el aumento o descenso del nivel del mar influye en la probabilidad de erupciones volcánicas en la isla griega de Santorini, un popular destino turístico internacional.
Los investigadores, dirigidos por Christopher Satow, profesor titular de geografía física en la Universidad de Oxford Brookes (Reino Unido), llegaron a esa conclusión tras analizar las erupciones que se han producido allí durante los últimos 360.000 años, y determinaron que una caída de 40 metros en el nivel del mar constituye un punto crucial, ya que pasada esa cifra es más probable que ocurran erupciones.
“Una gran erupción, hace 3.600 años, provocó que el centro de lo que entonces era una isla cónica se hundiera en el mar, revelando una historia extraordinariamente detallada de más de 200 erupciones volcánicas conservadas dentro del círculo restante de acantilados”, explica Satow. “La comparación de esta historia de erupciones con un registro del nivel del mar nos permitió mostrar, por primera vez, que ese nivel ha tenido un papel importante en la determinación del momento de las erupciones en Santorini, y probablemente en muchas otras islas volcánicas de todo el mundo”.
Según Satow, el mecanismo de este fenómeno “es bastante simple”. La caída del nivel de las aguas marinas elimina masa de la corteza terrestre y, como resultado, la corteza se fractura. Esas fracturas permiten que el magma se eleve y alimente erupciones en la superficie.
Influencia del clima
Además, Satow asegura que, en escalas de tiempo largas, el clima también puede afectar la actividad volcánica.
“A medida que las capas de hielo se retiraron a través de los paisajes volcánicos, después de la última edad de hielo, la remoción de masa cambió las condiciones de estrés en la corteza terrestre, lo que permite que las fracturas que alimentan las erupciones volcánicas se formen más fácilmente”, argumenta.
Más del 50 % de los volcanes del mundo conforman islas o se hallan en zonas costeras densamente pobladas, por lo que los hallazgos de este estudio podrían tener implicaciones importantes para millones de personas que viven en esos lugares.
“Se necesitan más investigaciones, vitales para comprender por completo los efectos de los cambios del nivel del mar en esos volcanes y los riesgos que representan para sus poblaciones”, concluye Satow.