Estas tierras azuanas tienen otro importante acontecimiento que involucra a Cristóbal Colón. Cuando el Almirante regresó de España, el 30 de junio de 1502, pidió autorización a Nicolás de Ovando para guarecer sus barcos en el puerto de Santo Domingo; ya que, según sus cálculos, en poco tiempo se produciría un gran huracán.

La petición había sido acompañada por una advertencia para que una flota que se iba a despachar para España, no se hiciera a la mar. Pero los que se iban se burlaron de tal señalamiento, y salieron sin preocupación. Se recuerda que en ese tiempo no había grandes conocimientos en la materia, y sólo Colón parecía dominar estos asuntos.

A los dos días de haber salido la flota de Ovando, la atacaron los vientos de un terrible huracán en el extremo Este de la isla. Se hundieron 23 de las naves, con todas las riquezas que llevaban. Murieron allí algunas personas importantes; como el ex gobernador Francisco de Bobadilla y el ex rebelde Francisco Roldán. Se salvaron solamente la nave de Rodrigo de Bastidas, y la carabela Aguja, que llevaba los incautados bienes del Almirante.

Cristóbal Colón, por su parte, desilusionado por la negativa de Ovando, se movió con sus buques por la costa sur, hasta la Bahía de Ocoa, cuya protección natural conocía perfectamente, y allí se salvaron sus barcos de los embates del furioso huracán. Y dice el historiador José Gabriel García, que de ahí en adelante, y por ese motivo, al punto donde se guarecieron se le llamó “Puerto Hermoso de los Españoles”. Desde entonces, este importante punto histórico ha sido objeto de debates, con la finalidad de establecer a qué sitio de la bahía es que pertenece.

Otra figura importante que visitó para la época el poblado indígena de “Asúa” fue Nicolás de Ovando, quien cuando iba a conquistar a Jaragua, en 1503, se detuvo aquí y fue huésped de Pedro Gallego, un español que vivía junto a los indígenas del lugar.

Este gallego, que le pondría el nombre de Compostela a la ciudad, y del que algunos dudan su presencia aquí en ese tiempo, vino de España en el tercer viaje de Colón. Su nombre aparece en la lista de viaje, con el  número 53, según el libro de Varela sobre Las Casas.

En el mismo año 1503 llegó también al poblado el español Diego Méndez, quien buscaba ayuda para Colón y su gente, varados en Jamaica. Pedro Gallego, después de darle albergue en su bohío, le informó sobre el rumbo de Ovando.

De lo que se ha reseñado en las páginas anteriores se puede destacar que en Azua estuvieron, en diferentes diligencias y circunstancias, el Almirante Cristóbal Colón, Bartolomé Colón, Diego Colón, Nicolás de Ovando, Alonso de Ojeda, Francisco Roldán y Diego Méndez.

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