Este fenómeno produce algunos de los meteoros más rápidos del año, aunque la luna casi llena puede dificultar su observación.
Puede que nuestro universo esté repleto de maravillas cósmicas, pero a simple vista solo es posible observar una parte de los fenómenos astronómicos. Las lluvias de meteoros, fuegos artificiales naturales que brillan en el cielo nocturno, son uno de ellos.
La más reciente lluvia de meteoros observable será la de las Leónidas, que han estado activas al menos desde el 6 de noviembre y se prevé que continúen visibles hasta el 30 de noviembre. Alcanzarán su punto álgido del 16 al 17 de noviembre, es decir, del sábado por la noche al domingo por la mañana.
Los meteoros de las Leónidas podrán observarse en la constelación de Leo, y serán visibles tanto desde el hemisferio norte como desde el hemisferio sur. Las Leónidas producen cada año algunos de los meteoros más rápidos, a poco más de 70 kilómetros por segundo, con colas brillantes y largas. Sin embargo, este año puede resultar difícil verlas durante su punto más alto debido a la luna casi llena.
Para saber cuándo observarlas, puedes utilizar un medidor basado en datos de la Red Mundial de Meteoros que muestra en tiempo real cuándo aumentará la actividad de los bólidos en los próximos días.
De dónde surgen las lluvias de meteoros
Existe la posibilidad de ver un meteoro cualquier noche, pero lo más probable es que esto ocurra durante una lluvia. Las lluvias de meteoros se producen cuando la Tierra atraviesa los restos de un cometa o asteroide que gira alrededor del Sol. Estos restos, que pueden ser tan pequeños como un grano de arena, dejan tras de sí una brillante corriente de luz al quemarse en la atmósfera terrestre.
Las lluvias de meteoros se producen todos los años en la misma época y pueden durar días o semanas. Pero solo hay una pequeña ventana cuando cada lluvia está en su punto álgido, lo que ocurre cuando la Tierra alcanza la parte más densa de los desechos cósmicos. El pico es el mejor momento para buscar una lluvia. Desde nuestra ubicación en la Tierra, parecerá que los meteoros proceden del mismo punto del cielo.
La lluvia de meteoros de las Perseidas, por ejemplo, alcanza su punto álgido a mediados de agosto en la constelación de Perseo. Las Gemínidas, que se producen cada diciembre, irradian desde la constelación de Géminis.
Suscríbete al calendario de astronomía y espacio del Times para recibir recordatorios sobre las lluvias de meteoros a lo largo del año.
Cómo ver una lluvia de meteoros
Michelle Nichols, directora de observación pública del Planetario Adler de Chicago, recomienda evitar el uso de telescopios o prismáticos para observar una lluvia de meteoros.
“Solo necesitas tus ojos y, de ser posible, un cielo oscuro”, dijo.
Esto se debe a que los meteoros pueden dispararse a través de grandes franjas del cielo, por lo que utilizar equipo de observación puede limitar el campo de visión.
Según la Sociedad Estadounidense de Meteoros, algunas lluvias son lo bastante intensas como para producir hasta 100 estelas por hora, aunque lo más probable es que no se vean tantas.
“Casi todo el mundo está bajo un cielo contaminado por la luz”, dijo Nichols. “Puedes pensar que estás bajo un cielo oscuro, pero en realidad, incluso en una ciudad pequeña, puede haber luces brillantes cerca”.
Los planetarios, los clubes locales de astronomía o incluso mapas como éste pueden ayudarte a saber dónde alejarse del exceso de luz. Las mejores condiciones para ver una lluvia de estrellas son un cielo despejado, sin luna ni nubes y entre la medianoche y el amanecer. (La luz de la Luna afecta a la visibilidad del mismo modo que la contaminación lumínica, ya que borra las fuentes de luz más débiles del cielo). Considera que tus ojos tardan al menos 30 minutos en acostumbrarse a ver en la oscuridad.
Llévate una taza de chocolate o té para entrar aún más en calor. Después, túmbate, otea el cielo y disfruta del espectáculo.