Luego de la investidura del pasado 29 de abril en el Recinto San Juan de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), varios comunicadores de la provincia están enfurecidos al saber que en la primera promoción egresaron más de media docena de periodistas en la región.

“Los enganchados”, al parecer tienen miedo de ser desplazados por un material joven, con capacidad y  conocimiento académico.

¡Ataques a los nuevos periodistas!, a los que se formaron durante varios años, a los que conocen los principios, a quienes vienen a trabajar con ética y a cambiar el relajo que tienen en los medios.

¡Al parecer tienen miedo de que los titulados le quiten el moro!

En vez de apoyar a quienes tienen derecho de expresarse a través de los medios, vienen a maltratar. Pero tienen razón, es que los titulados están preparados para desempeñar en cualquier área que sean asignados para ejercer su profesión.

Todos quieren ser periodistas sin ir a las aulas, con la excusa de que todos somos comunicadores, prostituyendo la carrera que tanto sacrificio nos costó realizar.

Algunos comunicadores que merecen respeto, pero otros que no merecen ni estar en sus propias plataformas digitales. No conocen nada de comunicación, solo saben hablar tonterías a través de equipo tecnológico, que en muchas ocasiones no manejan bien.

“Los veteranos” también se oponen a dar paso a la nueva generación. Deben entender que el mundo es cambiante, y que cada uno de nosotros tiene que cumplir un ciclo y el de ellos se está terminando.

A los que se dicen llamar comunicadores por publicar en una plataforma de internet, les recomiendo que vayan a la universidad a conocer la historia de la comunicación, cómo surgió, las diferentes teorías, así como los principios de la redacción e investigación.

“Tú tienes el título y yo el fogueo de la calle, aquí to’ somos comunicadores porque somos dueños de periódicos digitales y estamos agrupados en un gremio que nos protege”, son solo algunas de las expresiones utilizadas por los supuestos comunicadores de San Juan, o mejor dicho  “Los enganchao’,  busca moro, come kipe” como se hacen llamar entre ellos.

Para refrescarle la memoria a los “dizque” comunicadores de San Juan, les dejaré unas definiciones que quiero que guarden en sus cabezas.

Periodista es la persona que se dedica profesionalmente al periodismo, en cualquiera de sus formas, ya sea en la prensa escrita, como en la documentación fotográfica, radio, televisión o medios digitales. Su trabajo consiste en investigar y descubrir temas de interés público, contrastarlos, sintetizarlos, jerarquizarlos y publicarlos. 

Locutor es un profesional de la comunicación. Sus funciones abarcan desde presentar programas y narrar diferentes textos (noticias, informes, documentales, etc.), hasta ser la voz en off de comerciales; también incluyen la conducción de eventos. 

Relacionista Público constituye uno de los pilares fundamentales de la gestión empresarial, puesto que es la ciencia encargada de establecer una comunicación completamente efectiva de una corporación cualquiera, tanto con sus componentes internos como con sus principales consumidores. En la actualidad, su estudio y desarrollo han alcanzado un auge muy significativo, impulsado principalmente por la enorme proliferación de las llamadas redes sociales.

Si usted no estudió ninguna de esas ramas de la comunicación, usted no tiene derecho a ensañarse con los periodistas graduados en la universidad, al contrario lo que debe es fortalecer sus relaciones con los profesionales, que son personas jóvenes con nuevas ideas y visiones que pueden cambiar la forma de hacer comunicación en la región.

Cerrando caminos para mantener un círculo no se logra nada. Ya ustedes hicieron lo que iban hacer en materia de comunicación, dejen de estar criticando, por el al final los profesionales del periodismo son quienes se graduaron en una universidad.

A los nuevos periodistas, mis colegas, les motivo a continuar trabajando con ética como nos enseñaron en las aulas, no nos dejemos enredar en las redes de un círculo que nunca ha dado frutos mayores.

Los que critican, lo hacen por temor a la nueva generación, por miedo a que termine el chantaje que utilizan para lucrarse personalmente.

¡Así no se supera a nadie, bájenle algo! La trayectoria se respeta solo cuando del otro lado sucede lo mismo.

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