Los científicos habían estado buscando durante 200 años pruebas que demostraran la existencia de dinosaurios en esa parte de Escocia.
La paleontóloga escocesa Elsa Panciroli estaba corriendo en una playa de la isla de Eigg, en el noreste de Escocia (Reino Unido), cuando tropezó con un fósil de dinosaurio, supuestamente perteneciente a una especie que vivió hace 166 millones de años, informa The Scottish Sun.
Se cree que el hueso corresponde a una parte de extremidad de estegosaurio, una especie que hasta ahora en Escocia solo se había detectado en la isla de Skye.
Los científicos han estado buscando vestigios de dinosaurios en la isla de Eigg durante 200 años, pero solo habían logrado encontrar reptiles marinos o peces.
Panciroli contó en la entrevista que integra un equipo que busca este tipo de fósiles y que en el momento de su “descubrimiento fortuito” estaba corriendo para alcanzar a sus compañeros.
“En ese momento no estaba claro a qué tipo de animal pertenecía exactamente, pero no había duda de que era un hueso de dinosaurio”, contó la científica, que trabaja para la dirección de Museos Nacionales de Escocia.
El hueso, que mide poco más de 50 centímetros de largo, data del período Jurásico Medio, por lo que se trata de un hallazgo “enormemente significativo” a escala mundial, dado que los fósiles de esa época son raros.
El hueso estaba adherido a una roca y había sido dañado por las olas. Pero los paleontólogos lograron extraerlo de la y actualmente el fósil se encuentra en Edimburgo, donde pasará a formar parte de las colecciones del Museo Nacional de Escocia, informa BBC.