Los investigadores advirtieron que estos animales y plantas podrían estar en peligro de extinción debido al cambio climático y las actividades humanas.

Un equipo internacional de investigadores descubrió 12 nuevas especies de animales y plantas, hasta ahora desconocidas para la ciencia, que habitan en las profundidades de la zona norte del océano Atlántico.

Durante los últimos 5 años, más de 80 científicos del proyecto ATLAS para el estudio de los ecosistemas de las aguas profundas del Atlántico realizaron 45 expediciones y exploraron 12 lugares de la región, utilizando robots submarinos en áreas nunca antes investigadas.

“Como lugar de origen de la biología de aguas profundas y cuna de la oceanografía, el Atlántico Norte es el lugar que mejor deberíamos conocer, pero solo en los últimos 20 años hemos descubierto cuán variados y vulnerables son realmente sus hábitats de alta mar”, afirmó Murray Roberts, profesor de Biología Marina y Ecología en la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) y coordinador del ATLAS.

Los especialistas revelaron a la BBC, que encontraron especies desconocidas de musgos marinos, moluscos y corales, incluso a casi 400 metros de profundidad, y también detectaron aproximadamente 35 nuevos registros de especies en zonas donde antes no eran vistas.

Impacto del cambio climático y las actividades humanas

Además, los investigadores advirtieron que los animales y plantas recién descubiertos podrían estar ya en peligro de extinción debido al cambio climático y las actividades humanas. El dióxido de carbono absorbido por el océano lo está haciendo más ácido, causando que los esqueletos de corales se corroan.

“Encontramos comunidades enteras de esponjas o corales de aguas profundas que forman las ciudades en alta mar”, explicó Roberts. “Ellas sostienen la vida. Así que los peces usan estos lugares como zonas de desove. Si esas ciudades son dañadas por los usos humanos destructivos, esos peces no tienen donde desovar y la función de esos ecosistemas enteros se pierde para las generaciones futuras“, subrayó el científico.

“Es como entender que la selva tropical es un lugar importante para la biodiversidad en la tierra; lo mismo ocurre con las profundidades marinas: hay lugares importantes que deben ser protegidos y todos están conectados”, concluyó.

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