Para el estudio se utilizaron siete especies distintas de una familia de peces africanos conocidos comúnmente como ‘peces elefante’.
Es sabido que algunas especies de peces producen pulsos eléctricos para defenderse de sus depredadores, mientras que otras los utilizan para comunicarse con otros peces de su misma especie y percibir su entorno. Sin embargo, la forma en la que el mecanismo usado por estos peces para filtrar sus propias señales eléctricas ha evolucionado había sido un misterio para la ciencia.
En este contexto, un equipo de biólogos de la Universidad de Washington (EE.UU.) ha logrado identificar cómo este sistema ha cambiado a través del tiempo y se ha ajustado a la diversificación de las señales de comunicación en los ‘mormyridae’, una familia de peces endémicos de África también conocidos como peces elefante, de acuerdo a una investigación publicada recientemente en Journal of Neuroscience.
Para distinguir su propia señal de las de los peces vecinos, los cerebros de los peces elefante, así como otras especies, utilizan una descarga corolaria, que es una copia interna de su propio mensaje que inhibe las respuestas sensoriales a las señales autogeneradas.
Los científicos han sabido de las descargas corolarias desde la década de 1950 y se han encontrado en muchas especies y sistemas sensoriales diferentes, pero se desconoce cómo se modificaron a medida que evolucionaron las señales de comunicación.
Para dar cuenta de esta evolución, los investigadores estudiaron y compararon siete especies distintas de ‘mormyridae’ que utilizan pulsos eléctricos de una duración entre 0,1 y 10 milisegundos. “Encontramos que las neuronas sensoriales responden con impulsos en una estrecha ventana de tiempo independientemente de la duración del pulso”, comentó Matasaburo Fukutomi, coautor de la investigación.
De acuerdo a los resultados de la investigación, los “impulsos se produjeron en una parte específica del pulso autogenerado, el primer pico del pulso”. Además, al comparar los intervalos de tiempo entre la inhibición de la descarga corolaria y el pulso eléctrico, se descubrió que la inhibición del tiempo se superponía al primer pico del pulso eléctrico.
“La inhibición por intervalos es razonable porque una inhibición más duradera resultaría en un período de insensibilidad innecesariamente largo”, explicó Fukutomi.
Esta nueva investigación brinda nuevos elementos para comprender la evolución de los cerebros y aporta datos importantes para diversos campos de la medicina, entre ellos la neurología y la psiquiatría, ya que enfermedades como la esquizofrenia podrían estar relacionadas con disfunciones en las descargas corolarias.