En una investigación paralela los científicos han descubierto que los tardígrados, considerados unos de los animales más resistentes del planeta, se aprovechan de los caracoles para desplazarse.
Investigadores dirigidos por Matteo Vecchi, biólogo de la Universidad de Jyvaskyla, en Finlandia, descubrieron, en el Parque Nacional Rokua, en el norte del país, una especie nunca antes descrita de tardígrados adaptada a las dunas. Los científicos los encontraron viviendo sobre líquenes y musgo. También mostraron, en una investigación paralela, nueva evidencia que sugiere que algunos tardígrados encuentran hábitats para colonizar viajando dentro de caracoles. Los resultados los publicaron recientemente en Zoological Studies y en Ecology.
Los tardígrados entran “en modo bella durmiente” para sobrevivir a las temperaturas bajo cero
Según describen en su artículo, el tardígrado recién descubierto fue nombrado ‘Macrobiotus naginae’ en honor a Nagini, una mujer que se convierte en serpiente de la saga Harry Potter. “Anteriormente una mujer maldita que se transforma definitiva e irreversiblemente en una bestia sin extremidades, este personaje ficticio proporciona un nombre apropiado para la nueva especie”, escriben en su publicación. De hecho, la nueva especie constituye el quinto miembro conocido del complejo ‘Macrobiotus pseudohufelandi’, un pequeño grupo de tardígrados con adaptaciones para vivir bajo tierra, como patas y garras reducidas.
Estas características desarrolladas los hacen ser más aerodinámicos para arrastrarse por el suelo o la arena, donde están adaptados a vivir, señalan los investigadores. También poseen la capacidad para sobrevivir largos períodos de sequía, lo que podría ser útil en entornos más áridos, como las dunas. Con la anhidrobiosis, los tardígrados expulsan agua de sus cuerpos hasta desecarse casi por completo. En este estado suspendido, un tardígrado puede sobrevivir durante años o décadas y luego reanimarse en presencia de agua.
Este estado también puede proteger a los tardígrados de varios otros peligros, que incluyen temperaturas extremas, alta presión, privación de oxígeno, bombardeo de rayos X, disparos de un arma y exposición al vacío del espacio. Esta habilidad podría ayudar a los tardígrados a soportar períodos de sequía en sus hábitats y ayudarlos a colonizar nuevos lugares protegiéndolos a través de territorios inhóspitos si el viento los arrastra, explican los científicos.
Caracoles como medio de transporte
Vecchi y sus colegas sugirieron que los caracoles son un modo de transporte viable, aunque no hay evidencia de que la nueva especie de tardígrado viaje de esta manera. En su estudio, recuperaron 10 tardígrados de heces de caracoles salvajes ‘Arianta arbustorum’, cinco de los cuales estaban vivos.
También alimentaron a los caracoles con 694 tardígrados en un laboratorio, y luego recuperaron 218 vivos (el 31%) en las heces de los caracoles. Encontraron 78 tardígrados muertos en las heces e informaron que los otros 398 “se supone que fueron digeridos y destruidos por el sistema digestivo del caracol”. Los tardígrados que sobrevivieron también se reprodujeron con éxito. Los investigadores señalan que un paso de dos días a través del intestino de un caracol podría ayudar a los tardígrados a desplazarse hasta 10 m por viaje, una distancia considerable para animales de menos de 1 mm.
Los tardígrados no pueden elegir dónde los llevan los caracoles, pero dado a que sus vehículos de turno prefieren hábitats húmedos y cubiertos de musgo, cualquier tardígrado sobreviviente al paso por su sistema digestivo tiene una buena posibilidad de terminar en un lugar apropiado, señalaron en su estudio.