Las cámaras laterales del complejo funerario Maeshowe, de hace unos 5.000 años, fueron erigidas al revés “para representar físicamente el inframundo”, opina la investigadora escocesa Jay van der Reijden, que estudió el monumento.
Las cámaras fúnebres en el túmulo funerario Maeshowe, construido alrededor del año 3.000 a. de C. por los antiguos habitantes de las Órcadas, en Escocia (Reino Unido), fueron hechas ‘patas arriba’, descubrió la arqueóloga Jay van der Reijden, de la Universidad de las Tierras Altas e Islas.
Al estudiar las tumbas de piedra que se ubican debajo del túmulo, de 11 metros de altura y 28 metros de diámetro, la investigadora notó que las construcciones —llamadas “casas de los muertos” debido a su similitud con las viviendas de la época— fueron erigidas al revés.
“Observé que las piedras de la pared son como un papel tapiz, y cuando las ves repetidamente boca abajo en distintos lugares, los patrones se vuelven perceptibles. Los cambios incluyen la inversión de múltiples características arquitectónicas que normalmente se colocan bien sea del lado derecho o bien del izquierdo, pero solo dentro de las cámaras laterales”, cita un comunicado de la universidad a Van der Reijden.
En cuanto al significado de este patrón específico, la científica opina que “las cámaras laterales fueron construidas para estar dentro del inframundo”.
“Las paredes de la cámara principal actúan como membranas, separando esta vida y la siguiente, y el material de las paredes internas está concebido para representar físicamente el inframundo”, explica la investigadora.
Excavado por primera vez en 1861, Maeshowe es uno de los monumentos neolíticos más conocidos de Escocia y fue consagrado como patrimonio mundial en 1999. Se cree que se utilizó para entierros durante varios cientos de años, después de lo cual fue sellado. Unos 3.000 años más tarde fue saqueado por los vikingos, que dejaron dentro del túmulo la colección de pinturas rúnicas más grande fuera de Escandinavia.
El estudio de Van der Reijden apareció en el último número de la revista Archaeological Review from Cambridge.