El exoplaneta NGTS-10b se encuentra muy cerca de su estrella, lo que eventualmente provocaría su desaparición.

Un grupo de astrónomos de la Universidad de Warwick (Reino Unido) descubrió un planeta ubicado fuera de nuestro Sistema Solar, bautizado como NGTS-10b, al que han catalogado como un “raro Júpiter caliente”, que podría autodestruirse debido a que se encuentra muy cerca de su estrella, según un artículo publicado este jueves en la revista científica Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.

Los investigadores detallan que el exoplaneta orbita su estrella en poco más de 18 horas, lo que supone el período orbital más corto jamás observado en un planeta de esas características. Esto significa que para este “gigante gaseoso”, similar en tamaño y composición a Júpiter, un año transcurre en menos de un día según el tiempo de la Tierra.

¿Cómo lo detectaron?

Con ayuda de la Búsqueda de Tránsitos de Próxima Generación (NGTS, por sus siglas en ingles), herramienta científica ubicada en el desierto de Atacama —en el norte de Chile—, los expertos detectaron el NGTS-10b a unos 1.000 años luz de la Tierra. Les llamó la atención su estrella, entre alrededor de otras 100.000 observadas, debido a las frecuentes disminuciones de su resplandor, causadas por la rápida órbita del exoplaneta.

“Estamos entusiasmados al anunciar el descubrimiento del NGTS-10b […] que orbita una estrella no muy diferente de nuestro Sol”, explicó James McCormac, miembro del Departamento de Física de la Universidad de Warick y autor principal del estudio. El científico precisó que, si bien los “Júpiteres calientes” con períodos orbitales cortos —menos de 24 horas— son los más fáciles de detectar debido a su gran tamaño y frecuentes tránsitos, “son extremadamente raros”, pues hasta ahora solo se conocen siete.

El NGTS-10b orbita tan rápido porque está muy cerca de su sol, a solo el doble del diámetro de la estrella. Esto equivaldría a decir que se encuentra 27 veces más cerca que Mercurio de nuestro Sol. Por ello, los astrónomos creen que el exoplaneta está “peligrosamente cerca” del punto en que las “fuerzas de la marea” de la estrella finalmente lo “destrozarían”.

Última etapa vital

Los expertos saben que este exoplaneta es un 20 % más grande que nuestro Júpiter y posee un poco más del doble de masa, según las mediciones de velocidad radial. Asimismo, calculan que su temperatura promedio es de 1.000 grados Celsius y tiene unos 10.000 millones de años, por lo que estaría en su última etapa vital.

Se cree que este tipo de planetas generalmente se forman lejos de la estrella de su sistema solar y, a medida que pasa el tiempo, se van aproximando hacia ella. En un momento dado empieza un proceso de espiralización hacia su sol, hasta que se desintegran.

Por ello, el objetivo de los astrónomos es observar el NGTS-10b a lo largo de los próximos diez años, pues esto podría ayudarlos a comprender mejor cómo es la estructura de este tipo de planetas y responder muchas preguntas sobre su evolución.

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