El hallazgo se realizó gracias al estudio de imágenes satelitales de alta resolución.
Investigadores de la Universidad de Curtin, en Australia, y colegas internacionales han descubierto una forma de relieve antigua, similar a un arrecife, “oculta” a simple vista en la llanura de Nullarbor, al norte de la Gran Bahía Australiana. La estructura elevada, en forma de anillo, se ha conservado durante millones de años, desde que se formó por primera vez, cuando la llanura estaba bajo el agua. El hallazgo se realizó gracias al estudio de imágenes satelitales de alta resolución, comunicaron este jueves los autores de la investigación.
Paleontólogos descubren el dinosaurio más antiguo de África
El autor de la investigación, el Dr. Milo Barham, de la Escuela de Ciencias Planetarias y de la Tierra de Curtin, dijo que el hallazgo desafía la idea aceptada de que la llanura de Nullarbor, que emergió del océano hace unos 14 millones de años, era esencialmente plana y sin rasgos distintivos. También indicó que, a diferencia de muchas partes del mundo, donde los procesos de meteorización y erosión de millones de años han provocado múltiples transformaciones, grandes áreas de la llanura de Nullarbor se han mantenido prácticamente sin cambios. Esto “lo convierte en un lienzo geológico único que registra la historia antigua de manera notable”.
“Hemos identificado el remanente claro de una estructura original del lecho marino preservada durante millones de años, que es la primera forma de relieve de este tipo descubierta en la llanura de Nullarbor”, puntualizó. “La ‘colina’ en forma de anillo no puede explicarse por un impacto extraterrestre ni por ningún proceso de deformación conocido, pero conserva las texturas y características microbianas originales que se encuentran típicamente en la Gran Barrera de Coral moderna”, agregó Barham.
Explicó que la evidencia de los canales de ríos desaparecidos hace mucho tiempo, así como los sistemas de dunas de arena impresos directamente en la piedra caliza, conservan un archivo de paisajes antiguos e incluso un registro de los vientos predominantes. “Y no se trata solo de paisajes. Los pozos de cuevas aisladas que marcan la llanura de Nullarbor conservan restos momificados de tigres de Tasmania y esqueletos completos de maravillas extintas hace mucho tiempo, como Thylacoleo, el león marsupial”, dijo el experto.
También hizo referencia a que en la superficie de la llanura de Nullarbor se conservan grandes cantidades de meteoritos, lo que permite mirar atrás en el tiempo hasta los orígenes de nuestro sistema solar. “Estas características, junto con la característica del paisaje de millones de años que ahora hemos identificado, hacen de la llanura de Nullarbor una tierra que el tiempo olvidó y permiten una comprensión más profunda y fascinante de la historia de la Tierra“. La investigación se publicó en Earth Surface Processes And Landforms el pasado 29 de julio.