El CREES sugiere tomar medidas del control de gasto para alcanzar el superávit.

El Centro de Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), en un análisis que hace de la deuda pública consolidada a junio de este año destaca que, incluyendo la deuda intergubernamental, el monto ascendió a US$74,679.2 millones.

Refiere que la deuda del sector público no financiero (SPNF) cerró el primero semestre de 2024 en US$55,730.2 millones, mientras que la deuda del Banco Central de la República Dominicana (BCRD) llegó a US$18,949.0 millones.

Los datos establecen que a junio de 2024 la deuda pública consolidada se ubicó en 60.1% del producto interno bruto (PIB), de los cuales un 44.9% correspondían a la deuda del SPNF y los restantes 15.3% a la deuda del BCRD.

En su análisis, el CREES afirma que la deuda representa una carga importante para los contribuyentes, tanto por el pago de su costo como por su carta de capital. Destaca que para 2024, según la Ley de Presupuesto General del Estado, el monto del gasto en intereses del gobierno central como porcentaje de los ingresos tributarios está presupuestado en 25.0%.

“Esta representa una medida muy importante de la sostenibilidad de la deuda. El importante peso que representa la deuda pública amerita su reducción de forma sostenible. La mejor forma de lograr este objetivo es iniciando un proceso de consolidación fiscal basado”, sugiere la institución.

El proceso, según el CREES, debe incluir el establecimiento de reglas fiscales que lleven a un eventual superávit fiscal y, en consecuencia, la deuda pública pueda ser reducida. Demás, considera vital una transformación tributaria que reduzca los incentivos actuales a la evasión y la elusión, y que no sea una limitante para nuevas inversiones formales.

Estas medidas, indica el CREES, deben ir acompañadas de la implementación de otras reformas estructurales que permitan incrementar la productividad promedio en la economía y elevar los ingresos de los ciudadanos.

A su entender, el control del gasto y las reglas fiscales que se implementen deben ser más efectivas que las incluidas en la recientemente aprobada Ley de Responsabilidad Fiscal. “El escenario para que el país viva una transformación fiscal ya está planteado, solo queda tomar la decisión sobre cuál camino seguir. Tenemos la oportunidad de seguir una senda de desarrollo, como la que se tomó con las reformas de los años 1990, o volver a hacer una reforma con fines fiscalistas que intente cuadrar las cuentas fiscales sin resolver los problemas estructurales presentes, entre los cuales la deuda pública es muy importante”, considera el CREES.

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Por El Dinero