Economistas valoran este indicador, pero afirman que asume una distribución equitativa de ingresos.
Santo Domingo, RD.- La economía dominicana es ahora 4.7 veces mayor que hace 22 años. El producto interno bruto (PIB) pasó de US$24,107 millones a US$114,000 millones en este período. El PIB per cápita, que era de US$2,870.6 en el 2000, cerró el año pasado en US$10,700, es decir, 3.1 veces mayor.
Sin duda, la expansión económica ha sido una constante, a pesar del revés que significó la crisis financiera de 2003 tras la quiebra de tres bancos.
Los economistas Luis Manuel Piantini, Miguel Collado Di Franco y Leonardo Perozo tienen sus lecturas particulares de la evolución del ingreso per cápita. Por un lado, consideran que ciertamente República Dominicana ha aumentado este indicador en diez veces en los últimos 30 años, pero por otro lado hay que analizar el factor inflación.
Una de las observaciones está en que la economía dominicana tiene enclaves, es decir, sectores que captan la mayor parte de las riquezas generadas y es donde entra al concepto de distribución del ingreso.
En datos más recientes, el Banco Central dominicano (BCRD) reveló que el PIB per cápita pasó de US$8,971.9 en 2021 a aproximadamente US$10,700 al cierre de 2022, lo que significa un aumento neto de US$1,728.1 al comparar ambos períodos, esto es un 19.3%. Para estos cálculos, la población se estimó en 10.6 millones al cierre del año pasado. ¿Qué significan estos resultados? ¿Mejoró la calidad de vida de los dominicanos? Todo depende.
Para Piantini, el país ha logrado multiplicar el per cápita por 10 en las últimas tres décadas, lo cual considera significativo en términos de la generación de riquezas e ingresos, así como el nivel de bienestar. Sin embargo, afirma que si bien se ha mejorado este indicador con una clase media más amplia, este crecimiento se ha dado en una economía de enclave “donde unos pocos son los mayores captadores de ese engrosamiento del PIB y ahí entra el concepto de la distribución del ingreso”.
Afirma que aún y cuando el índice Gini, que mide los niveles de desigualdad en una economía, ha mejorado y se coloca muy por debajo de la media latinoamericana, los elevados niveles de marginalidad y la captura de la generación de producción por unas cuantas empresas en las áreas productivas, te indican por qué en el país el 70% de los salarios son iguales o inferiores a RD$30,000, lo cual no cubre ni la canasta familiar.
Comparación
El hecho de que República Dominicana muestre un PIB per cápita superior al de algunos países de la región no necesariamente significa que la economía sea más fuerte, pues se trata de un indicador económico que mide la relación existente entre el nivel de renta de un país y su población.
En América Latina hay cuatro ejemplos de economías que son mucho más grandes, pero su PIB per cápita es inferior al que tienen los dominicanos: Brasil (US$7,507.2), Colombia (US$6,104.1), México (US$10,045.7) y Perú (US$6,621.6).
Sin embargo, otros países más pequeños tienen una renta superior. Tal es el caso de Uruguay (US$17,313.2), Trinidad y Tobago (US$16,032.5), Panamá (US$14,617.6), Curazao (US$17,717.6) y Barbados (17,225.5).
Pero este indicador también establece una relación entre los niveles de pobreza y riqueza existentes en un país. El más pobre del planeta, tanto por su PIB nominal como por la renta per cápita, es Burundi, en África, con un PIB per cápita de apenas US$221.5, seguido por Afganistán (US$368.8), Somalia (US$447), República Centroafricana (US$461.1) y Mozambique (US$491.8).
La renta per cápita consolidada de las cinco economías más pobres del mundo apenas supera el 20% el nivel de los dominicanos.
Collado Di Franco, vicepresidente ejecutivo del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), destaca que en esta estadística hay un factor importante, que es el gasto público que se ha acelerado en los últimos años y ha con contribuido a incrementar el PIB nominal, el cual ha sido financiado con deuda pública. El otro elemento, dice Di Franco, es la inflación por el efecto que tiene en la parte nominal en pesos.
“El año pasado tuvimos un factor determinante y es la apreciación del peso. Este es un factor determinante para este resultado económico. Por lo anterior, entendemos que no se le debe dar mucha importancia a esta estadística, sino que deberíamos ver los ingresos de los hogares netos de las asistencias o subsidios del gobierno”, señaló el economista. “Esos ingresos son los que hay que incrementar por medio de reformas que aumenten la productividad y mejoren el clima de negocios del país”, agregó.
De acuerdo con datos del Banco Mundial, la renta per cápita de República Dominicana supera a las cuatro economías más pobres de la América Latina y el Caribe. De manera consolidada, respetando la ley de los promedios, Haití (US$1,829.6), Nicaragua (2,045.5), Honduras (2,771.7) y Bolivia (3,345.2) llegan a los US$9,992 en conjunto.
Desigualdad
Perozo, catedrático y consultor, explica que el crecimiento económico sostenido de una economía tiende a incrementar el ingreso medio a una velocidad mayor al crecimiento de su población. “Es un indicador que proporciona una medida básica del valor de la producción por persona, mejor conocido como ingreso per cápita”, afirma.
Señala que el PIB per cápita, en cierto modo, podría relacionarse con una mejoría de la calidad de vida de la población, o por lo menos de una parte de ella. Sin embargo, indica que su medición asume que la producción y sus beneficios sobre el crecimiento económico se repartan de manera equitativa entre todos los habitantes de un país.
“Nada menos cierto, dado que el indicador es un promedio simple; por tanto, ignora la desigualdad de ingresos, así como ignora el desarrollo humano, y así el bienestar de la población”, sostiene.
Entiende que este simple supuesto provoca una gran desigualdad comparativa, haciendo lucir a un país con niveles medios de generación de riqueza, como más pobre, solo por tener una mayor población, diferente al caso de dividir la riqueza solo entre la población que la produce, en este caso, la población económicamente activa, por lo que es otro aspecto a considerar.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), en su informe titulado Perspectivas de la Economía Global, actualizada a enero 2023, no prevé que el PIB mundial ni el PIB mundial per cápita registren un crecimiento negativo, algo que suele ocurrir cuando se produce una recesión mundial.
No obstante, señala, para 2023 y 2024 se proyecta que el crecimiento mundial se sitúe por debajo de la media anual histórica (2000-19) de 3.8%.
El FMI afirma que el pronóstico de bajo crecimiento en 2023 se debe al aumento de las tasas de los bancos centrales para combatir la inflación, en especial en las economías avanzadas, así como a la guerra en Ucrania.
“El descenso del crecimiento en 2023 con respecto a 2022 obedece a las economías avanzadas; en las economías de mercados emergentes y en desarrollo, se estima que el crecimiento tocó fondo en 2022. Se prevé que el crecimiento se reactive en China gracias a la plena reapertura en 2023”, señala.
Líderes de la región
En cuanto a la renta per cápita más alta de la región, Puerto Rico es el líder con US$32,640.7, según datos del Banco Mundial de 2021. Este caso merece especial atención tomando en cuenta la influencia que tiene la economía de Estados Unidos en la isla.
En términos particulares, las rentas más altas de América Latina y el Caribe son las de Aruba, con US$29,342.1; Bahamas, con US$27,478.4; Curazao, con US$17,717.6; Barbados, con US$17,225.5, y Antigua y Barbuda, con US$15,781.4. En todos los casos el turismo es la principal actividad económica.
Entre las economías consideradas grandes en la región, las rentas per cápita más altas las tienen Uruguay, con US$17,313.2 y Chile, que cerró en US$16,265.1 en 2021. “La expansión del PIB en 2022 es un reflejo de los fuertes fundamentos macroeconómicos de República Dominicana, así como su resiliencia para hacer frente a los choques externos”, destaca el Banco Central en el informe preliminar de la economía dominicana, cuya expansión fue de 4.9% en 2022.
Destaca que lo anterior se puede apreciar en la valoración positiva sobre la economía dominicana, tanto de los organismos internacionales como de las firmas calificadoras de riesgo.
Una muestra fehaciente de la buena percepción que se tiene de República Dominicana en los mercados internacionales es la decisión de Standard & Poor’s de mejorar la calificación de riesgo crediticio soberano del país de ‘BB-’ a ‘BB’.
Señala que el manejo fiscal prudente con una gestión eficiente de la deuda fue un elemento importante que fue tomado en cuenta para la referida mejoría en la calificación crediticia.