Rudy Gobert, primer jugador de la NBA en dar positivo por coronavirus, y su compañero en los Utah Jazz Donovan Mitchell, molesto con el pívot francés después de que también contrajera la enfermedad, están “listos para seguir adelante”, dijo el vicepresidente de la franquicia.

Ambos jugadores “están listos para dejar eso detrás y seguir adelante y actuar profesionalmente”, dijo el vicepresidente ejecutivo del equipo, Dennis Lindsey, en una conferencia de prensa.

“Estamos muy contentos con la composición colectiva de nuestro grupo, Donovan y Rudy en particular, y esperamos seguir adelante”, afirmó Lindsey.

Según el vicepresidente del equipo de Salt Lake City, el camino hacia la reconciliación entre sus dos grandes estrellas está más abierto, después de que versiones periodísticas señalaran en semanas previas que la relación entre ambos estaba muy dañada.

El pasado 11 de marzo, la NBA suspendió su temporada indefinidamente después de conocer que Gobert dio positivo a la COVID-19.

Inmediatamente, televisiones y redes sociales recuperaron un vídeo de una rueda de prensa sucedida tres días antes en la que Gobert se burlaba de los riegos del coronavirus manoseando todos los micrófonos y grabadoras de los periodistas.

El contagio de Gobert llevó a someter a pruebas a todos sus compañeros y el 12 de marzo se conoció que Mitchell también había contraído la COVID-19. El joven escolta reconoció después que en ese momento le llevó “un cierto tiempo” calmarse, evocando la ligereza, incluso la irresponsabilidad, con la que actuó Gobert.

A pesar de que el pívot francés se disculpó públicamente por su comportamiento, el medio digital The Athletic reportó hace tres semanas que Mitchell parecía reacio a recomponer su relación con Gobert, en un artículo en el que una fuente no identificada señalaba que la situación “parecía irreparable”.

En una entrevista el 13 de abril, Gobert dijo que había hablado con Mitchell y que ambos tenían el mismo objetivo para el futuro.

“No se trata de no ser profesional. Las relaciones entre las personas son todas diferentes, nunca son perfectas. Pero al final, ambos queremos lo mismo: ganar. Somos adultos y haremos lo que sea necesario para llegar allí”, dijo el dos veces ganador del premio al Mejor Defensa de la NBA.

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