La mujer, que fue encontrada por otros agentes, se enfadó por las imágenes de videovigilancia que mostraban a los policías utilizando sus pertenencias mientras estaba desaparecida en el bosque.
Agentes de Policía británicos estuvieron cuatro horas relajándose en casa de una mujer desaparecida, viendo Netflix y descansando mientras continuaba la operación para encontrarla. Todo ello, incluidas sus conversaciones, fue grabado por las cámaras del circuito cerrado de televisión. Al regresar a casa, la propietaria presentó una denuncia oficial contra ellos, informa el Daily Mail.
El 3 de enero, la Policía recibió una llamada del servicio de ambulancias para ayudar a encontrar a la desaparecida, Abbygail Lawton, de 21 años y natural de Wigan (Gran Manchester), que padecía una crisis nerviosa. Los agentes acudieron a su domicilio sobre las 22:00 horas para asegurarse de que la mujer no se encontraba allí, tras lo cual dos de ellos se quedaron en la vivienda por si regresaba, ya que la puerta no estaba cerrada.
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“Estaba en el bosque sufriendo de verdad, había tenido una sobredosis antes de irme y padecía una crisis mental muy grave”, explicó la mujer, a la que otros agentes encontraron 11 horas después de su desaparición. Mientras permanecía desaparecida, vio una notificación en su teléfono de que había alguien en su casa, y a su regreso vio las imágenes de videovigilancia.
En la grabación se ve a dos policías comentando primero las películas que ella había visto en su cuenta de Netflix y luego disfrutando ellos mismos del visionado. También utilizaron las mancuernas de la chica para hacer ejercicio y, al percatarse de que estaban siendo grabados por una cámara, saludaron a Lawton. Además, los agentes dejaron sus radios encendidas, así que la mujer pudo enterarse de todas las operaciones policiales en curso, junto con los nombres de los autores y las víctimas.
“Estoy decepcionada y avergonzada por los dos agentes que estaban sentados viendo la televisión, por los comentarios que hicieron y por cómo actuaron en mi propiedad. No les había dado permiso para estar en mi casa, ni para ver la tele, ni para usar mi equipo de gimnasia”, se quejó Lawton.