El titular del Ambiente, Gustavo Manrique, recalcó que las leyes del país prohíben el ingreso de especies exóticas.
El ministro ecuatoriano del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, Gustavo Manrique, dio un “rotundo no” a la propuesta de recibir los hipopótamos que fueron propiedad del narcotraficante colombiano Pablo Escobar.
Manrique le salió al paso de las afirmaciones publicadas en la prensa ecuatoriana que apuntaban a que ese país recibiría parte del pesado legado del capo de droga.
El titular del Ambiente dijo que su “rotundo no” se debe a que en su país “es prohibido por ley el ingreso de especies exóticas” y para él “no tiene ningún sentido” la llegada de los mamíferos, según una entrevista con EFE difundida en los medios.
“Tenemos muchas otras necesidades”
En el Código Orgánico del Ambiente se establece que la introducción y el manejo de las especies exóticas “se realizará sobre la base de una evaluación de riesgo sobre los posibles impactos a la biodiversidad” y bajo parámetros internacionales.
Las excepciones ocurren cuando haya “justificación técnica y científica demostrada, a través de la evaluación de riesgo y evaluación de impacto ambiental aprobada por la Autoridad Ambiental Nacional”.
Entre las razones para la negativa de la cartera del Ambiente están los fondos que tendrían que destinarse para la alimentación y resguardo de los animales. “Tenemos muchas otras necesidades, en otras áreas, como para destinarle recursos a hipopótamos”, agregó.
“Una amenaza ambiental”
La respuesta de Ecuador desmiente lo expresado por el jefe de la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare (Cornare), David Echeverry, quien aseguró que India y México estaban dispuestos a recibir hasta diez mamíferos, mientras que Ecuador habría dicho que podía albergar a dos, en una entrevista con Primicias.
El jueves pasado, el gobernador antioqueño, Aníbal Gaviria, anunció que al menos 70 hipopótamos del municipio de Puerto Triunfo podrían ser trasladados a otros países. La fundación internacional Ostok Sanctuary ha manifestado su interés en llevar a los paquidermos a santuarios naturales de la India y México.
Los hipopótamos son descendientes de tres machos y una hembra que, en 1981, Escobar llevó ilegalmente a su hacienda Nápoles, ubicada en Antioquia. Tras su asesinato en 1993, el Gobierno tomó el control de su propiedad, pero no de los ejemplares de esta especie.
Los animales se reprodujeron y ahora se cree que podría haber entre 80 y 100 deambulando por la zona, lo que ha sido calificado como una “amenaza ambiental”.