Los autores de la carta abierta sostienen que una victoria de Kiev en su conflicto con Moscú es “poco realista”, y llaman a los países occidentales a “hacer todo […] para garantizar que las partes lleguen a una solución negociada”.
El embajador de Ucrania en Alemania, Andréi Mélnik, reaccionó enérgicamente a la carta abierta de varios intelectuales alemanes que llamaron a un alto al fuego en el conflicto ruso-ucraniano.
“Otra vez no, qué montón de perdedores pseudo-intelectuales”, escribió este jueves el diplomático en su cuenta de Twitter, comentado el llamamiento firmado por figuras como la escritora Juli Zeh, y el filósofo Richard David Precht.
“Todos ustedes […] finalmente deberían irse al infierno con su ‘consejo’ derrotista. Adiós”, agregó Mélnik.
En la carta, publicada por el diario Die Zeit un día antes, los firmantes aseveran que “los expertos militares consideran poco realista una victoria para Ucrania con la reconquista de todos los territorios ocupados, incluidas las provincias de Donetsk, Lugansk y Crimea, ya que Rusia es militarmente superior, y tiene la capacidad de una mayor escalada militar”. Por esta razón, llaman a los países occidentales a “hacer todo lo que esté a su alcance para garantizar que las partes lleguen a una solución negociada en un futuro próximo”.
“Las negociaciones no significan, como a veces se supone, dictar la rendición a Ucrania. No debe haber una paz dictada por Putin. La negociación tampoco significa decidir algo por encima de las cabezas de los involucrados. Más bien, la comunidad internacional debe hacer todo lo posible para crear las condiciones bajo las cuales las negociaciones sean posibles”, afirman los autores de la carta.
A inicios de mayo, Mélnik atrajo la atención mediática por haber llamado al canciller alemán, Olaf Scholz, “salchicha de hígado ofendida”. Hizo sus comentarios tras la negativa de Scholz de visitar Kiev después de que Zelenski rechazara una reunión con su homólogo alemán, Frank-Walter Steinmeier.
Posteriormente, Mélnik declaró que no veía razones para pedir disculpas ante Scholz. Por su parte, el jefe del Ejecutivo alemán afirmó en una entrevista a mediados del mismo mes que no se sentía insultado. “No hay que sopesar cada palabra con oro”, dijo en aquel entonces.