El directorio del Fondo Monetario Internacional pretende incrementar las reservas de la institución, así como su capacidad de préstamo, mediante una asignación de US$650,000 millones (€550,000 millones) en derechos especiales de giro (DEG), el activo de reserva de la institución, para lo que la directora gerente de la entidad, Kristalina Georgieva, pretende presentar una propuesta formal en junio.
La economista búlgara destacó, tras una reunión informal mantenida este martes por el directorio, que la idea de proporcionar liquidez adicional al sistema económico mundial complementando los activos de reserva de los 190 países del FMI cuenta con un «amplio apoyo entre los miembros del Fondo».
De este modo, Georgieva anunció su intención de presentar en junio una propuesta formal al directorio ejecutivo del FMI para considerar una nueva asignación de US$650,000 millones, basada en una evaluación de las necesidades de reservas globales a largo plazo de los países miembros de la institución, y de conformidad con el Convenio Constitutivo y el mandato del Fondo.
En este sentido, apuntó que los técnicos del FMI desarrollarán nuevas medidas para mejorar la transparencia y la rendición de cuentas en el uso de los DEG, preservando al mismo tiempo la característica de activo de reserva de los mismos. Asimismo, y en paralelo, el personal también explorará opciones para que los miembros con sólidas posiciones financieras puedan reasignar DEG en apoyo de los países vulnerables y de bajos ingresos.
«Si se aprueba, una nueva asignación de DEG agregaría un impulso de liquidez sustancial y directo a los países, sin aumentar la carga de la deuda», destacó Georgieva, quien añadió que la medida permitiría también recursos muy necesarios para que los países miembros ayuden a combatir la pandemia, incluido el apoyo a los programas de vacunación y otras medidas urgentes, complementando la gama de herramientas desplegadas por el FMI durante la crisis.
El FMI realizó su última emisión de nuevos DEG en agosto de 2009, durante la Gran Recesión, cuando llevó a cabo una asignación de US$250,000 millones (€211,343 millones) en esta divisa virtual entre los miembros de la institución, aunque la oposición de la Administración estadounidense durante la presidencia de Donald Trump había frenado una nueva asignación para abordar la crisis del covid-19.
El DEG es un activo de reserva internacional creado en 1969 por el FMI para complementar las reservas oficiales de los países miembros y que se puede intercambiar por monedas de libre uso. En marzo de 2016 se habían creado y asignado a los países miembros 204,100 millones en DEG (equivalentes a unos €241,000 millones).
Su valor se calcula en función de una cesta de cinco monedas (dólar de Estados Unidos, euro, yuan, yen y libra esterlina). Este martes, el cambio del DEG equivalía a 1,426 dólares estadounidenses.