Según la Organización Mundial de Turismo, genera a nivel mundial más de US$3,000 millones a las economías.
Santo Domingo, RD.- Hay un país en el mundo colocado en el mismo trayecto del sol. Esto lo describe y afirma con claridad meridiana el poeta nacional Pedro Mir en una de sus obras más famosas. República Dominicana también está en la ruta de los yates y veleros que cruzan de norte a sur, desde y hacia la región del Caribe, en busca de amarres suficientes para anclarse y, con ello, contribuir con la dinamización de las economías locales.
El presidente de Grupo M, Fernando Capellán, abanderado del desarrollo del turismo sostenible; Elizabeth Tovar, de la Asociación de Touroperadores de República Dominicana (Opetur), y Tamara Valdez San Pedro, directora ejecutiva de la Federación Dominicana de Vela (Fedovela), consideran que la voluntad del Estado es el ingrediente más importante para desarrollar esta actividad y explotar su potencial. Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), el velerismo mueve anualmente alrededor de US$3,000 millones en todo el mundo.
Tovar, a propósito de una presentación que hizo para el Clúster de Turismo y Producción de Barahona, se pregunta: ¿Qué haremos para que se queden aquí en vez de seguir hacia el resto de las islas del Caribe? Se refiere a los más de 7,000 veleros que circundan las aguas del Caribe en busca de lugares donde pernoctar.
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La oportunidad de que República Dominicana aproveche su posición geográfica para captar los veleros y yates que cruzan por su zona de influencia, se da en un contexto en que la llegada de turistas internacionales creció un 4% de enero a junio de 2019, en comparación con el mismo período del año pasado, según el último informe de la Organización Mundial de Turismo, publicado a finales septiembre. La entidad señala que en América creció 2% y que por sí sola la región del Caribe registró un crecimiento de 11%, aprovechando la fuerte demanda de los estadounidenses.
“Somos una isla y por aquí pasan alrededor de 7,000 veleros por temporada, los cuales van a las islas de Barlovento. La idea de impulsar el turismo de veleros es porque no podemos estar de espaldas a estos turistas, pues cuando encuentran un lugar apropiado le dan mucha importancia, lo visitan y es de alto consumo”, explicó el empresario Capellán.
Para el presidente del Grupo M, República Dominicana tiene todas las condiciones naturales y geográficas para desarrollar el turismo de veleros. Pone de ejemplo la Bahía de Luperón, en la costa Norte del país; Bahía de las Águilas, Caldera, Barahona, La Romana, Punta Cana, Samaná, Las Terrenas y otros puntos que tienen un potencial para esta actividad acuática.
“Estamos tratando de promover la Bahía de Luperón, pues tiene unas condiciones estratégicas contra huracanes. Aquí falta darles el servicio a esas embarcaciones, pues requieren combustible, mantenimiento y otros suministros. Esta área es ideal para desarrollar el turismo de velero en nuestro país”, indicó Capellán.
Otro de los aspectos que considera preponderante es la generación de empleo y encadenamiento productivo que se da con estas actividades. “Hay una necesidad de establecer una política de Estado para fomentar el turismo de velero donde existan las condiciones para que el velerista tenga todas las facilidades. Lo que se busca, además, es que exista una actitud de bienvenida a ese tipo de turismo en nuestra República Dominicana”, sostuvo.
Para la directora ejecutiva de Fedovela, que cuenta con 250 miembros, el turismo constituye un factor muy importante en los ámbitos cultural y económico, razón por la que considera que el deporte de la vela puede constituirse en un atractivo en la oferta del turismo náutico. Además, dice, tiene la posibilidad de generar un gran impacto económico positivo porque el clima es tropical todo el año.
Valdez San Pedro explicó que el país tiene excelentes marinas, hoteles, transporte terrestre, amarres para embarcaciones, talleres y características particulares en cada pueblo, que pueden ser parte de la oferta complementaria. Para las actividades acuáticas señala el litoral de Santo Domingo, Boca Chica, Barahona, Salinas, Cabarete, Las Terrenas, Pedernales y La Romana, entre otros.
En cuanto al potencial para atraer turistas, destacó que en República Dominicana se celebran eventos internacionales que conllevan la movilización de aproximadamente medio centenar de atletas, quienes se hacen acompañar del personal técnico, entrenadores, jueces y sus familiares. Consideró urgente impulsar una política de Estado que impulse el turismo náutico, pues se podría generar un impacto positivo en el desarrollo del país creando infraestructuras de calidad para los turistas.
“Definimos el turismo náutico como aquel que combina navegación con vacaciones, actividades vacacionales y deportivas. Puede viajar de un puerto a otro en un crucero, o unirse a eventos centrados en el barco, como regatas, o desembarcar un bote pequeño para el almuerzo u otro día de recreación en lanchas de día especialmente preparadas”, explicó Valdez San Pedro, quien reconoció la importancia de los clubes náuticos de Luperón, Montecristi, Las Calderas, Boca Chica, Salinas y Barahona.
Procedimiento
Según Capellán, como no hay una estrategia de Estado, cuando estas embarcaciones llegan, una serie de instituciones se presentan a inspeccionar sin los criterios adecuados o definidos para este tipo de actividad marítima, actitud que ahuyenta a estos visitantes. “Queremos ver si entre todos creamos conciencia de que ahí hay un potencial que debemos explotar para que en esos pueblos la gente tenga otras fuentes de ingresos y pueda vivir”, apuntó.
Como alternativa, propone que los procedimientos de revisión y supervisión sean realizados por una sola entidad como parte de un protocolo que habrá que definir. A su juicio, lo importante es que toda esa gente llegue, pues entre ellos (los veleristas) se comunican y recomiendan o no visitar un destino, dependiendo del trato que reciban.
“Te pongo de ejemplo que si ahora mismo llega un velero a Luperón ahí está la gente del Ministerio de Turismo, la Armada Dominicana, la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), el J2, Autoridad Portuaria y otras instituciones. Hay demasiada gente. Por eso hay muchos que prefieren no entrar”, explicó.
Otro aspecto que Capellán observa es que el desarrollo del turismo de velero ayudaría a preservar la fauna y flora de la zona, ya que la sobrepesca ha generado serios problemas ambientales. Como noticia positiva, destaca que la planta de tratamiento de aguas residuales de Luperón está en su etapa final. “Le estamos pidiendo al ministro de Turismo, Francisco Javier García, que nos dé un empujoncito con la terminación de esta obra, ya que ayudará a que las aguas que entren a la bahía estén limpias”, indicó.
Valoró el apoyo que igualmente está dando el Ministerio de Medio Ambiente en lo concerniente a la conservación de los manglares. Destacó que la Fundación Ecológica Olitas Verdes, del Grupo M, realiza cada seis meses una jornada de limpieza de la zona y de siembra de mangles. La entidad realiza esa labor desde 2012.
Capellán estima que pudieran generarse hasta 400 empleos directos productos del encadenamiento productivo que tiene la actividad turística relacionada con los veleros. Los empleos más importantes serían en reparaciones de barcos, suplidores de materiales y suministros, restaurantes, limpieza, parqueadores, repuestos y otros. “El presidente Danilo Medina visitó la zona y prometió una serie de iniciativas que estamos en disposición de darle seguimiento”, explicó.
Líder en cruceros
República Dominicana se mantiene como uno de los destinos líderes en la región del Caribe en el turismo de cruceros. La llegada de turistas por vía marítima pasó de 761,240 a 836,990 en enero-octubre de este año, un aumento neto de 75,750 turistas más en comparación con igual período 2018, lo que significa un aumento relativo de un 9.95%.
El comportamiento, según las estadísticas del Banco Central, también fue positivo al comparar los primeros seis meses de los últimos dos años, a propósito de que en enero-junio de 2019 el país enfrentó dificultades por el fallecimiento de turistas en circunstancias que debieron ser aclaradas por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, cifras en inglés). Las investigaciones determinaron que su fallecimiento se debió a causas naturales.
Los datos establecen que en el primer semestre de 2019 llegaron 573,509 turistas de cruceros, mientras que en igual período de 2018 la cantidad cerró el período en 541,377, para un aumento neto de 32,132 turistas, es decir, un 5.93%. La llegada de buques con turistas pasó de 380 a 388 en los primeros diez meses de este año en comparación con igual período de 2018, lo que significa un crecimiento neto de ocho, para un 2.1%.
Cada mes, durante este año, llegaron alrededor de 39 buques en los primeros diez meses con un promedio mensual de 83,699 pasajeros. Un 61.8% llegó por Puerto Plata (517,645), mientras que un 23.7% lo hizo por La Romana, para un total de 198,740 visitantes. Entre 2012 y 2018 llegaron 4,626,154 de pasajeros por vía marítima.
En 2018, según informa el Banco Central, llegaron 1,107,966 turistas por vía marítima, lo que significó un incremento neto de 298,680, para un crecimiento relativo de un 36.6%. La diferencia neta y relativa entre 2015 y 2016 fue aún mayor. En este lapso pasó de 528,999 a 809,286, para un aumento de 280,287, equivalente a un 53%, cifras que confirman el fortalecimiento del destino República Dominicana para los cruceros en la región del Caribe.
Más días, menos gastos
Las estadísticas son explícitas: la estadía de los turistas ahora es más larga en el país, 9.03 noches, es decir, casi un día más en el trimestre julio-septiembre respecto a abril-junio, pero lo que gastan diariamente se ha reducido en un 3.27%, al pasar de un promedio de US$138.05 en el segundo trimestre del año, a US$133.60 en el tercer período, lo que significa una reducción neta de US$4.45.
Durante los primeros tres trimestres de 2019 el gasto promedio por turista fue de US$136.24, ligeramente inferior al promedio registrado en 2018, cuando terminó en US$136.48.
De acuerdo con estadísticas del Banco Central, el gasto promedio durante 2019 está en US$136.24, ligeramente superior a como terminó durante el tercer trimestre, cuyo monto fue de US$133.60.
El Banco Central establece que la actividad Hoteles, Bares y Restaurantes registró un crecimiento interanual de 1.0% al cierre del período enero-septiembre 2019. En este sentido, destaca que en la moderación del desempeño de esta actividad incidió de manera importante en la caída en el influjo de turistas (-0.4%) por el efecto que causó la cobertura de noticias negativas propagada por medios de prensa externos, relacionadas a eventos lamentables ocurridos a extranjeros mientras vacacionaban en el país durante la primera mitad del año.
En este sentido, según el informe del flujo turístico, la tasa de ocupación hotelera mostró una disminución de 5.0 puntos porcentuales, al pasar de 79.1% en 2018 a 74.1% en 2019. Señala que las principales zonas turísticas en términos de ocupación hotelera fueron La Romana/Bayahíbe (87.1%), Punta Cana/ Bávaro (79.4%), Samaná (70.5%), Boca Chica/Juan Dolio (65.4%), Santiago (63.1%) y Santo Domingo (60.8%).
“Se espera que el impacto negativo en el influjo de extranjeros no residentes que ha impactado el comportamiento de esta actividad económica, se disipe en los meses sucesivos hasta lograr la normalización esperada en la llegada de turistas hacia República Dominicana, ya que nada estructural de la referida industria ha cambiado”, afirma el Banco Central en el informe.
A pesar de esta situación, las habitaciones hoteleras disponibles a septiembre 2019 registraron un incremento interanual de 2.2%, lo que representa en valores absolutos un total de 1,762 habitaciones adicionales, con relación al mismo período del año anterior.
Los datos disponibles a septiembre establecen que las habitaciones disponibles pasaron de 78,544 a 80,306 unidades.
Primer semestre
Sin embargo, durante el primer semestre de este año el valor agregado de la actividad Hoteles, Bares y Restaurantes acumuló una expansión interanual de 4.1%, resultado que, según explica el Banco Central, se logró a pesar de la campaña mediática negativa sobre algunos eventos lamentables ocurridos a turistas procedentes de Estados Unidos en hoteles locales, cuyos efectos se reflejaron en una desaceleración en el ritmo de crecimiento del influjo de turistas extranjeros en el segundo trimestre del año.
Asimismo, destaca, la variación positiva está asociada principalmente al aumento en 3.2% de los ingresos por concepto de turismo. A su vez, la mayor recepción de ingresos se debe al incremento en la llegada de viajeros no residentes (3.9%), lo que representó 134,493 viajeros adicionales en comparación con igual período del año 2018. Además, se destaca el comportamiento exhibido por las habitaciones hoteleras disponibles, registrando un incremento de 1,789 habitaciones adicionales, para un aumento de 2.3% en junio 2019.
En particular, apunta, la tasa de ocupación hotelera mostró una disminución de 2.8 puntos porcentuales, al pasar de 82.4% en 2018 a 79.6% en 2019, siendo el último mes del semestre el más afectado. Las principales zonas turísticas en términos de ocupación hotelera fueron La Romana/Bayahíbe (87.1%), Punta Cana/ Bávaro (85.2%), Samaná (76.6%), Boca Chica/Juan Dolio (69.7%) y Santo Domingo (62.7%).
Las autoridades esperan que los resultados al cierre de 2019 sean más favorables, luego de aclararse los acontecimientos de principios de año respecto a los turistas de Estados Unidos.