Por: Pachico Tejada

Santo Domingo, RD.-Enrique Bunbury (Zaragoza, 1967) anunció su retiro, no por gusto, sino por complicaciones en las cuerdas vocales. Esta noticia, de seguro, entristece a la legión de seguidores con que cuenta en República Dominicana, desde los años en que era el líder de la banda Héroes del Silencio.

En este país caribeño tiene una fanaticada amasada, sobre todo en los 90, momento más importante de la mencionada agrupación, y cuando temas como “Maldito duende”, “La chispa adecuada” o “Entre dos tierras”, se convirtieron en himnos para sus fans. 

Esa relación con Santo Domingo debió hacerse más cercana con alguna presentación de Héroes en algún escenario local, pero eso no fue posible, por lo que la oportunidad llegó en 1998, cuando Bunbury estaba de gira de su primer álbum en solitario, “Radical Sonora”.

Pero ese concierto, nunca se dio, porque Enrique Ortiz de Landázuri Izardui, nombre real del cantante, fue acusado por la prensa de promover el consumo de drogas. Esto porque en el mencionado disco compacto, publicado en 1997, se podía leer en el librito como instrucciones de uso: “Liese un buen canuto de hachís escúchese a un volumen muy alto, muy a oscuras y preferiblemente cuando se este muy solo”. 

Esto encendió la llama que acabó con que la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) prohibiera el concierto que debió ser el primer contacto de Bunbury con sus seguidores del país. En una visita posterior, declaría que en ese momento tuvo miedo de que le colocaran alguna sustancia controlada, y que tanto él como sus músicos se pasaron esos días encerrados en el hotel. 

En su cuarto disco como solista, “El viaje a ninguna parte”, dedica unas líneas de la canción “Los restos del naufragio”, donde deja entender el deseo que tenía de venir a tocar aquí. “Nos queda Benarés, Marrakech, Cádiz, Buenos Aires, y Santo Domingo, si nos dejan volver”, dice una de las estrofas finales del tema. 

Sería precisamente a presentar la gira de este trabajo musical cuando vendría, en diciembre de 2004, en un concierto que tuvo lugar en la Fortaleza Ozama, donde logró reunir a unos cuatro mil de sus seguidores locales.

La segunda vez que Bunbury llegara a un escenario dominicano sucedió con su gira “Licenciado Cantinas”, en abril de 2012 en el puerto de Sans Souci, de Santo Domingo. En esa visita, declaró que fue la primera vez que su hija, Asia Ortiz, se bañó en el mar. “Fue maravilloso aquel viaje, pues nos trataron súper bien y además mi hija conoció el mar aquí, dado que su primer baño de playa lo hizo en Juan Dolio, porque fuimos a la playa a pasarla bien y nos sentimos de maravilla”, explicó el músico. 

Esas declaraciones las ofreció en 2014, durante su tercera, y la que parece será la vencida, visita a República Dominicana, cuando vino a presentar el “Palosanto World Tour” en la Marinita de Sansouci. “Ha sido un gran viaje, gracias a todos”, concluye el mensaje de despedida de Enrique Bunbury.

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