El cacique Enriquillo, el Gran Guerrero del Bahoruco, luego de firmado el tratado de paz con Francisco de Barrio nuevo, se radicó en Azua. En donde murió. Por lo que aquí, en Pueblo Viejo, la Azua de Cuyocagua y de 1504, para orgullo y gloria, esta sepultado el primer libertador y  defensor de la raza de América.

De los personajes que habitaron en sus primeros años, la villa de Azua y que con sus hazañas y sus hechos trascendieron más allá de simples figuras, debemos nombrar al Cacique Enriquillo. La historia de este personaje es bastante conocida por la gran mayoría de los dominicanos, pues ha representado al gran Cacique defensor, por convicción y sangre, de la raza taína, a través de los años.

El investigador, Rannel Báez, sustenta la hipótesis, refutando al periodista, Martínez Almánzar, de que su nombre taíno era Guarocuya, en honor de un pariente cercano suyo, del mismo nombre, el cual fue perseguido por los españoles, hecho preso y ahorcado, en el Bahoruco, durante los primeros enfrentamientos de los invasores con los naturales, posiblemente en el año 1496. Por lo que se supone que Guarocuya-Enriquillo nació o en 1496 o 1497. Lo que significa que para el 1503, cuando la macabra Matanza de Jaragua, en donde murieron sus padres, y este se salvó milagrosamente, tendría de 7 a 6 años.

Para el reputado investigador, Domingo Silié Gatón, en sus apuntes para la Historia Crítica Dominicana (Pag. 43) ´´La matanza de Jaragua fue un acto cruel e inhumano, del cual sólo escaparon Hatuey, Guaroa y Guarocuya, a quienes los historiadores les tienen una página escrita´´.

Enriquillo fue educado en un convento franciscano por lo que contando con buen conocimiento de la cultura española y una admirable capacidad de mando, logró dirigir la primera guerra de guerrillas, utilizando armas y técnicas militares españolas y aprovechando las abruptas montañas del Bahoruco para impedir los ataques del enemigo y organizar diversas guaridas y cultivos de conucos, con lo que siempre aseguraron su aprovisionamiento.

Rebautizado como Enrique por los curas franciscanos y adoptados por Valenzuela, fue trasladado a San Juan de la Maguana. Aquí fue educado como español y con los españoles, para luego, a los 18 años, contraer nupcias con la también culturizada taína de nombre Mencía, prima de este y familia de Anacaona.

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