Tras un largo y minucioso estudio, los especialistas celebran el crecimiento poblacional y explican por qué es indicativo de una mejoría en las condiciones oceánicas de la zona.
El número de grandes tiburones blancos que habitan en las aguas de la costa del norte de California (EE.UU.) parece estar creciendo últimamente. En total, se estima que alrededor de 300 especímenes adultos y subadultos viven en las bahías de Monterrey y Bodega y en los Farallones. Así lo indican los cálculos publicados este mayo en la revista Biological Conservation.
Tales datos, resaltaron los peritos, son indicativos de que las condiciones oceánicas en la zona tienden a mejorar. “Una población sana de tiburones blancos significa que hay poblaciones sanas de leones marinos y elefantes marinos, que son su alimento. Y eso significa que los niveles inferiores de la cadena alimentaria, como los peces, están lo suficientemente sanos como para mantener a los mamíferos marinos”, cita The Mercury News a Paul Kanive, autor principal de la investigación.
¿Cuáles son las causas de la tendencia?
Para los expertos, tres hechos hicieron posible el crecimiento poblacional de esos grandes escualos blancos en la región. Así, la Ley de Protección de los Mamíferos Marinos puso fin en 1972 a la caza de las presas de estos depredadores. Luego, a partir de 1990 tuvieron los pescadores locales que dejar de usar redes de enmalle capaz de atrapar y matar a especies marinas de gran tamaño (delfines, tiburones, tortugas). Finalmente, en 1994 se prohibió la matanza de tiburones blancos en un límite de tres millas de las aguas del estado
¿Cómo se hizo el estudio?
Los especialistas llevaron a cabo su indagación entre 2011 y 2018, tiempo en el que tomaron más de 1.500 fotografías focalizadas en el borde dentado de la aleta dorsal de esos peces depredadores. “Cada tiburón blanco tiene una aleta dorsal única. Es como una huella digital o un código de barras“, explicó Taylor Chapple, coautor del estudio.
Para fotografiar o grabar a los escualos, los científicos ponían en el agua trozos de carne de foca, cuyo aroma los atrae especialmente. De esa manera determinaron que había 266 tiburones blancos adultos y subadultos, con un posible rango de población de 218 a 313 especímenes.
Entretanto, solo el 40 % de los ejemplares registrados fueron hembras, lo que es motivo de preocupación para los peritos. “La pérdida de unos pocos animales puede ser realmente crítica para la población en general”, advirtió Kanive.