La investigación de un equipo internacional de científicos demuestra el peligro para los pulmones que supone usar leña para cocinar.
El uso de combustibles de biomasa, como la madera, en las cocinas acarrea el riesgo de sufrir importantes daños en los pulmones al generar concentraciones peligrosas de contaminantes y toxinas bacterianas, advierte un estudio auspiciado por la Sociedad Radiológica de América del Norte (RSNA).
Aproximadamente 3.000 millones de personas en el mundo cocinan con madera o matorrales secos. Los contaminantes que se generan con su combustión son uno de los principales causantes de los cuatro millones de muertes anuales por enfermedades relacionadas con la contaminación en hogares, indica el estudio, llevado a cabo por científicos de la Universidad de Iowa (EE.UU.) en colaboración con el Instituto de Ciencia y Tecnología Periyar Maniammai de la India, que fue presentado el 25 de noviembre en la reunión anual de la RSNA.
Durante su trabajo, los científicos realizaron un estudio multidisciplinar del impacto de los contaminantes generados por las estufas de gas licuado de petróleo y de madera en 23 hogares de la localidad india de Thanjavur.
Los investigadores midieron la concentración de contaminantes en los hogares y también evaluaron la función pulmonar de los participantes del estudio utilizando métodos tradicionales como la espirometría (la medición del volumen de aire inhalado y la frecuencia respiratoria). Asimismo, utilizaron tomografías computarizadas para medir la diferencia entre las imágenes de los pulmones de la persona al inhalar y después de exhalar.
El estudio reveló que quienes cocinan con biomasa leñosa están expuestos a concentraciones más altas de contaminantes y endotoxinas bacterianas en comparación con los que usan el fuego de gas.
Aunque el estudio se centró en el efecto del uso de combustibles de biomasa para la cocina, los resultados tienen una importante relación con la exposición al humo de biomasa de otras fuentes, como por ejemplo, el de los incendios forestales.