Filadelfia. -Dick Allen, el temido toletero que fue seleccionado siete veces para el Juegos de Estrellas, ganó el premio al Novato del Año de la Liga Nacional en 1964 y laureado como el Jugador Más Valioso de la Americana en 1972, ha fallecido. Tenía 78 años.
Los Filis de Filadelfia, el equipo en el que Allen debutó, anunció su deceso el lunes.
El número 15 de Allen fue retirado por los Filis en septiembre pasado, un honor que era una vieja deuda hacia alguien es que por considerado por mucho como uno de los peloteros más destacados en la historia de la franquicia y que luchó contra el racismo en medio de una era tumultuosa con el club en la década de 1960.
“Los Filis tenemos el corazón roto por el fallecimiento de nuestro querido amigo y compañero Dick Allen,” the team said.
“Dick será recordado no sólo por ser uno de los más grandes y populares jugadores de la historia de nuestra franquicia, sino también por ser un guerrero valiente que debió superar demasiados obstáculos para llegar al nivel que alcanzó. El estatus icónico de Dick encontrará eco en las futuras generaciones de fanáticos del béisbol como uno de los grandes de todos los tiempos en el deporte favorito de Estados Unidos”, dijeron los Filis.
El dueño de los Filis John Middleton rompió con la regla “no escrita” de sólo retirar los números de jugadores que son exaltados al Salón de la Fama para honrar a Allen.
“Le doy las gracias a la ciudad de Filadelfia. Aunque fue difícil, pude hacer muchas amistades”, dijo Allen en una emotiva ceremonia en una tarde soleada.
Mike Schmidt, el legendario tercera base con placa en Cooperstown y que convenció a Allen a que saliera del retiro para un segundo ciclo con el equipo en 1975, estuvo dentro del grupo de expeloteros que acudieron a la ceremonia. Se pusieron mascarillas y se sentaron manteniendo varios metros de distancia durante una pandemia de coronavirus que abrevió esa campaña a 60 juegos. Los Filis también tienen contemplado homenajear a Allen en 2021 con fanáticos en las gradas.
Schmidt describió a Allen como “un mentor increíble” al que injustamente se le tildó como “mal compañero” y “problemático”.
“Dick fue un hombre negro que rechazó ser tratado como un ciudadano de segunda clase”, dijo Schmidt en un discurso. “Le tocó jugar frente a fanáticos del equipo que eran productos de esa era racista (y con) compañeros racistas y reglas distintas para blancos y negros. Los fanáticos le tiraban cosas, por lo que Dirk siempre llevaba puesto el casco de batear durante todo el juego. Le proferían denigrantes insultos racistas. Le tiraban basura en la entrada de su casa. En líneas generales, fue atormentado y desde todas partes. Y Dick se rebeló”.