Londres, Reino Unido.- El duque de Edimburgo, el príncipe Felipe,
marido de la reina Isabel II, ha muerto a los 99 años, según anunció la Casa
Real británica en un comunicado.
“Es con gran pesar que Su Majestad la Reina anuncia la muerte de su amado
marido, Su Alteza Real el príncipe Felipe, duque de Edimburgo”, señaló el
Palacio de Buckingham en la nota.
“Su Alteza Real murió en paz esta mañana en el castillo de Windsor. Se
harán nuevos anuncios a su debido momento””, agregó.
En esta línea, el comunicado oficial señala que la Familia Real británica
“se une a la gente en todo el mundo en llorar esta pérdida”.
El príncipe Felipe muere tras haberse convertido en el consorte monárquico más
longevo de la Corona británica, con más de setenta años junto a la reina Isabel
II.
Tras haber pasado un mes ingresado en el hospital, que abandonó en marzo, el
duque de Edimburgo, nacido en la isla griega de Corfú el 10 de enero de 1921,
ha fallecido a solo dos meses de cumplir los cien años.
En su último ingreso, fue sometido a una intervención quirúrgica en el hospital
londinense de St Bartholomew’s para tratar una “dolencia cardíaca
preexistente”.
El pasado 16 de marzo recibió el alta hospitalaria y regresó al castillo de
Windsor, al oeste de Londres, para reunirse allí con su mujer.
Las imágenes del duque, visiblemente fatigado, en el vehículo del que salió del
hospital son las últimas que se vieron de él en público antes de su fallecimiento.
Su muerte, cuya causa no ha sido revelada, llega en medio de la crisis global
del coronavirus -la Casa Real descartó que su hospitalización estuviese
vinculada a la covid- y en un momento especialmente delicado para la monarquía
británica.
La explosiva entrevista que ofrecieron los duques de Sussex, Enrique y Meghan,
en la televisión estadounidense, en la que vertieron acusaciones de racismo
hacia miembros de la realeza, provocó una fuerte crisis de reputación para el
Palacio de Buckingham.
El padre del heredero de la Corona, el príncipe Carlos, tuvo otros tres hijos
junto a Isabel II además del príncipe de Gales, nacido en 1948: la princesa Ana
(1950), el príncipe Andrés (1960), y el príncipe Eduardo (1964).
Venía de una familia tradicional de la realeza europea: su padre fue el
príncipe Andrés de Grecia y Dinamarca, y su madre, la princesa Alicia, era
bisnieta de la reina Victoria.
TRISTEZA EN LAS INSTITUCIONES
Los máximos representantes institucionales en el Reino Unido lamentaron su
muerte de inmediato, incluido el primer ministro del Reino Unido, Boris
Johnson, quien dijo que el duque de Edimburgo “inspiró” y se ganó el
“afecto” de varias generaciones de británicos.
Su papel como miembro de la familia real ha contribuido durante décadas a que
la monarquía británica “se mantenga como una institución indiscutiblemente
vital para el equilibrio y la felicidad de nuestra vida nacional”, afirmó
el jefe de Gobierno en un discurso frente a su residencia oficial de Downing
Street.
Mientras, el líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, expresó que con
la muerte del duque se ha perdido a “un extraordinario servidor
público”.
La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, manifestó su
“tristeza”, y transmitió sus “profundas condolencias” a la
reina Isabel II y a la familia real británica.
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, primado de la Iglesia de Inglaterra,
expresó en un comunicado su pesar por la muerte del duque y resaltó su
“extraordinaria” vida dedicada al servicio público.