La defensa del exmandatario aseguró que las donaciones que recibió el Instituto Lula por parte de Odebrecht, que son base de la acusación, “están debidamente documentadas” mediante recibos emitidos por la organización.
Este lunes, los fiscales de la operación anticorrupción Lava Jato presentaron una denuncia contra el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) por el delito de lavado de dinero.
En un comunicado difundido por el Ministerio Público Federal (MPF), se informó que el grupo de trabajo Lava Jato acusó al exmandatario de recibir sobornos de la constructora brasileña Odebrecht y de ocultarlos mediante donaciones realizadas al Instituto Lula.
“Se les imputa la comisión del delito de blanqueo de capitales a través de donaciones para ocultar la transferencia de 4 millones de reales [unos 759.070 dólares], durante el período comprendido entre diciembre de 2013 y marzo de 2014″, se lee en el texto. En la denuncia también están señalados el exministro de Hacienda, Antonio Palocci, y el presidente del Instituto Lula, Paulo Okamotto.
De acuerdo con el Ministerio Público brasileño, Lula da Silva y Okamotto solicitaron al expresidente de la constructora, Marcelo Odebrecht, que las cuatro transferencias, de 1 millón de reales cada una (189.774 dólares), se hicieran como una donación formal al Instituto Lula.
Respuesta de Lula
El equipo de defensa de Lula se mostró sorprendido por la denuncia de los fiscales de Lava Jato, asegurando que no tiene “materialidad alguna” y que es una clara práctica del ‘lawfare’, como se le conoce al uso indebido de instrumentos jurídicos con fines políticos.
“Tales donaciones, que Lava Jato afirma que fueron ‘encubiertas’, están debidamente documentadas mediante recibos emitidos por el Instituto Lula —que no debe confundirse con la persona del expresidente— y fueron debidamente contabilizados”, apuntó la defensa del expresidente en un comunicado.
Los abogados de Lula criticaron el “exceso de acusaciones frívolas” y la “repetición de acusaciones” como tácticas del ‘lawfare’, que aseguran que tienen como objetivo “retener al enemigo en una red de imputaciones” y dañar su “reputación”.
Por su parte, la defensa del presidente del Instituto Lula señaló que su representado, Okamotto, “jamás trató con coimas o ilegalidades de nadie“, según información publicada por la agencia de noticias AP.