El Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró este sábado que el Banco Popular de China (BPC, central) ha tenido “pocas intervenciones” sobre el tipo de cambio del yuan frente a divisas extranjeras en los últimos años.
En un informe publicado hoy sobre la economía china en el último año, el organismo cita como ejemplo que tras la devaluación del renminbi (nombre oficial del yuan) registrada entre junio y agosto de 2018, la divisa se mantuvo “generalmente estable” frente a las principales monedas internacionales.
Este informe se publica la misma semana en la que el yuan cruzó por primera vez desde 2008 la barrera psicológica de las 7 unidades por dólar; algunos analistas consideran que el BPC permitió deliberadamente esta caída en respuesta al anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, de que impondría nuevos aranceles del 10 % a 300,000 millones de dólares de importaciones chinas.
La pérdida de valor del yuan no sentó nada bien en Estados Unidos, y el Departamento del Tesoro de ese país designó oficialmente a China como país “manipulador de divisa”, algo en lo que Trump venía insistiendo desde hace años.
Este movimiento supone, según la ley estadounidense, que Washington y Pekín deben ahora negociar directamente o a través del FMI para solucionar las supuestas irregularidades en los tipos de cambio de la divisa china.
No obstante, tanto las autoridades como la prensa oficial china han mostrado su indignación por la acusación, por lo que parece muy poco probable que Pekín se preste a negociar sobre el tema.
Y, aunque el informe del FMI cubre hasta el 31 de julio de este año, sus conclusiones son que la tasa de cambio real efectiva cumple con las reglas básicas.
No obstante, el documento hace hincapié en que China debería ser más transparente a la hora de explicar los movimientos del yuan y que las autoridades deberían permitir una mayor flexibilidad en su tasa de cambio.
Actualmente, el BPC fija una tasa de referencia cada día (la de ayer, por ejemplo, fue de 7,0136 yuanes por cada dólar) y permite que la tasa ‘onshore’ -la cotizada en mercados locales- fluctúe un máximo de un 2 por ciento.
No obstante, la tasa de referencia para inversores internacionales, la ‘offshore’, es cotizada en mercados exteriores como el de Hong Kong y no está regulada por el BPC.
La prensa oficial no tardó en hacerse eco de la noticia: la agencia estatal Xinhua citaba hoy al profesor de economía de la Universidad de Columbia Jeffrey Sachs, quien considera que “el informe del FMI deja claro que no ha habido ninguna manipulación de la divisa” china.
Acerca de la guerra comercial que libran Washington y Pekín desde marzo de 2018 y que se ha recrudecido en las últimas semanas, el FMI reconoce la “gran incertidumbre” económica que supone a corto plazo, y aconseja a China que, si la situación empeora, tire de estímulos adicionales, principalmente fiscales.