El sistema de capitalización por cada trabajador, bajo administración de las AFP, está vigente solo en una cuarta parte de los países del mundo; la mayoría sigue el antiguo esquema solidario.
Santo Domingo, RD.-Los fondos de pensiones, tanto de capitalización individual como los de reparto, han perdido prácticamente la mitad de sus niveles de rendimiento en el último año, debido a las políticas restrictivas de autoridades monetarias, no solo en República Dominicana, sino también en el ámbito mundial.
La explicación está en el hecho de que los recursos acumulados son invertidos en el mercado de valores y financiero, con base en las tasas de interés vigentes, pero con la compra de valores o instrumentos de mediano y largo plazo. Si la compra de esos instrumentos se realizó con tasas de interés que hoy resultan más bajas a las vigentes, entonces al momento de comercializar esos instrumentos en el mercado secundario, se obtiene un valor mejor y eso afecta el rendimiento.
Pero lo anterior no es entendible para quien está llamado a ser el beneficiario principal de esos fondos: el trabajador a la edad de retiro para pensión. Sin embargo, debe ser de su interés, pues en la medida en que el fondo tiene menor rendimiento, también será menor su “tasa de reposición”, es decir, el monto de la pensión que recibiría.
Ese es el caso para los fondos de pensiones en el sistema de capitalización individual, donde está la mayoría de los trabajadores formales de República Dominicana. No ocurre así para los del sistema de reparto, donde queda una parte importante de los empleados públicos, porque el Estado aporta los recursos faltantes en caso de que el fondo no alcance para completar las pensiones.
¿Cuál es el mejor plan?
La parte relacionada con los rendimientos de los fondos de pensiones es la que más se discute, porque de ahí dependerá el monto de la pensión a recibir por los trabajadores al momento de su retiro.
Por eso existe un debate constante en lo relativo a cuál de los planes de pensiones es el más factible, si el de capitalización individual, donde la pensión del trabajador depende de lo que haya acumulado su fondo de manera particular bajo la gerencia de una administradora de fondos de pensiones (AFP), o si el sistema de reparto, que generalmente es administrador por el Estado, pues implica la acumulación de un aporte mensual de cada trabajador en una canasta común de donde salen las pensiones en la medida en que se vayan produciendo los retiros o jubilaciones.
El problema con el sistema de reparto es que siempre será deficitario, más si se considera que la proporción de personas en edad de retiro está creciendo a una velocidad mayor a la que crecen los nacimientos y entrada de jóvenes al mercado laboral para aportar más y más, tanto que alcance para los nuevos pensionados como para ellos cuando les llegue su tiempo.
Por esa razón, el Estado siempre tendrá que aportar recursos para cubrir o solventar la operatividad de un sistema de reparto. En ese caso, se impone la idea del ahorro y capitalización individual, pero con la desventaja de que siempre la pensión sería muy baja en comparación con el salario percibido.
Se estima que en un sistema de capitalización individual, luego de al menos 30 años de cotización (360 meses) la pensión a cobrar podría estar en un 30% o menos del salario percibido al momento del retiro. Ese, precisamente, es el motivo por el que los trabajadores muestran resistencia al sistema de cuenta de capitalización individual (CCI) y se inclinan hacia el de reparto, a costa del Estado en el país donde opere.
Congreso Asofondos
A finales de abril, la Asociación de Fondos de Pensiones de Colombia (Asofondos) realizó su décimo sexto congreso en el que se analizaron esos temas, pero sobre todo, se puso de manifiesto el debate sobre la propuesta de reforma del sistema de ese país, que es muy similar al de República Dominicana y que su presidente, Gustavo Petro, desea cambiar en forma radical.
La propuesta de Petro, entre otros aspectos, implicaría que prácticamente el 80% de los fondos de pensiones volvería al sistema de reparto y solo una proporción mínima permanecería en un esquema de CCI.
La situación preocupa a las AFP de esa nación y a las de los países donde existe el sistema de CCI, entre los que está República Dominicana y poco más de 40 más, pues el resto de naciones del mundo (más de 150) mantienen el esquema de reparto en sus planes de retiro.
En México, por ejemplo, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo aprobar una reforma del sistema de pensiones, pero no fue de mucha preocupación para las AFP, porque, sorprendentemente, viniendo de un mandatario con tendencia izquierdista, los cambios no implicaron la eliminación del sistema de CCI.
En el 16 Congreso de Asofondos, que se realizó los días 27 y 28 de abril, el presidente Petro decidió participar para la clausura, lo que dio espacio a una discusión más amplia sobre el alcance de su propuesta y los planteamientos u observaciones de las AFP. ¿Qué faltó? La presencia de quienes deberían ser los más importantes: trabajadores y futuros pensionados.
Propuestas
El presidente de Asofondos, Santiago Montenegro se mostró satisfecho tras escuchar durante dos días diversos análisis sobre los cambios que requiere el sistema pensional en Colombia. La clausura del Congreso Asofondos fue encabezada por el presidente Gustavo Petro, quien planteó su visión de lo que será la nueva reforma en el sistema de pensiones.
Este espacio le permitió al sector que representa a las AFP, reiterar su disposición para construir con la iniciativa. “Más allá de nuestras diferencias, nos une el apego a la democracia, a una sociedad abierta al diálogo y la búsqueda de acuerdos”, destacó Montenegro.
El dirigente reiteró la importancia de cuidar el ahorro pensional indispensable para proteger en la vejez y generar desarrollo del país con inversiones de los fondos.
Al Estado siempre le tocará cubrir parte de los planes de retiro
Aunque el sistema de pensiones con base en cuentas de capitalización individual (CCI) se ha impuesto en muchos países, el antiguo esquema de reparto, que se torna deficitario en el tiempo, se mantiene y seguirá, debido a que siempre habrá una proporción de la población envejeciente que no entrará a la formalidad laboral.
Esa es la razón por la que gobernantes de muchos países han decidido mantener el esquema de reparto en los planes de pensiones, pues entienden que, de todas formas, el Estado siempre tendrá que aportar recursos para el retiro de una parte importante de la población, independientemente de que exista el sistema de CCI.
Sin embargo, las pensiones con base en ahorro individual ofrecen otras ventajas, no solo para los potenciales pensionados, sino, además, para la economía en su conjunto, debido a que los fondos de pensiones son invertidos en áreas productivas, con tasas de retorno, que en el mediano y largo plazo contribuyen con el crecimiento económico de las naciones.
Por eso, el tiempo ha hecho que, aun en los países donde se ha implementado el sistema de CCI para las pensiones, se mantiene de manera directa o indirecta una proporción de reparto. En República Dominica hay planes de pensiones de reparto para empleados de determinadas instituciones del Estado o sectores profesionales como los maestros, el Poder Judicial, la Junta Central Electoral, los cuerpos castrenses y policiales, así como el Banco Central y el Banco de Reservas, entre otras dependencias descentralizadas del sector público.
Informalidad se impone
El mercado laboral dominicano está compuesto por una proporción de empleados formales, la mayoría de los cuales cotizan a la seguridad social mediante el sistema de CCI, todos los del sector privado y una parte del sector público-estatal.
A febrero de este año, de acuerdo con la Tesorería de la Seguridad Social (TSS) se registran 2,341,106 cotizantes a planes de pensiones, de los cuales 1,609,197 son empleados del sector privado y 731,909 (31.2%) son del sector público.
Lo anterior indica que por lo menos uno de cada tres trabajadores formales cotizantes a la seguridad social son empleados del Estado, mientras dos tercios son los que aporta el sector privado en empresas diversas.
El punto es que los 2,341,106 cotizantes representan apenas el 44% de la clase laboral activa en República Dominicana, mientras que el otro 56%, que son alrededor de 2,979,589 son trabajadores activos en la informalidad.
Los datos permiten determinar que la población trabajadora activa en República Dominicana suma alrededor de 5,320,695, pero con la desventaja de que la mayoría son informales por lo que no cotizan en la seguridad social.
Visto desde ese punto es que la presidente ejecutiva de la Asociación Dominicana de Administradoras de Fondos de Pensiones (ADAFP), Kirsis Jáquez, asegura que siempre existirá la necesidad de que el Estado participe en los planes de pensiones, porque hay una población que labora en la informalidad que en su vejez deberá ser atendida directa o indirectamente por el Gobierno.
A eso se agrega la otra parte de la población en edad de trabajar que no está en la formalidad ni en la formalidad, los desempleados, que al momento de su vejez, también deberán ser asistidos con ingresos directos o indirectos de parte del Estado.
“No todos los trabajadores son asalariados, no todos cotizan, por eso nosotros, en las propuestas que estamos planteando debemos ver esa diversidad de nuestra realidad”, dijo la dirigente de las AFP.
“No todos se van a pensionar por la vía del ahorro individual. Existen las pensiones mínimas solidarias que, obviamente, se financian con el presupuesto del Estado”, agregó durante su participación en el 16 Congreso Asofondos, que se realizó en Cartagena, Colombia, los días 27 y 28 de abril.
En ese congreso participaron representantes de las AFP de diversos países, para analizar no solo la situación de Colombia, donde se discute una propuesta de reforma, sino sobre el impacto que han tenido las variaciones de las economías mundiales en los rendimientos de los fondos de pensiones y su sostenibilidad para garantizar montos adecuados en el momento en que les llegue la edad de retiro, la cual es variada, aunque oscila entre 60 y 65 años. Las AFP plantean la posibilidad de ampliar la edad de retiro, porque la esperanza de vida ha aumentado.
Los trabajadores
Durante su participación en el 16 Congreso Asofondos, en Cartagena, Colombia, la presidente ejecutiva de la Asociación Dominicana de Administradora de Fondos de Pensiones (ADAFP), Kirsis Jáquez, destacó la importancia de los fondos para inversiones en proyectos de desarrollo socio económico del país.
Sin embargo, señaló que todos los esfuerzos que se hagan en procura de aumentar el rendimiento de los fondos, de que las inversiones tengan buena tasa de retorno y del impacto económico que tiene un ahorro individual, pero acumulado, bajo la administración de las AFP, lo importante, al final, es que se pueda asegurar pensiones dignas para los trabajadores cuando lleguen a la edad de retiro. Ese ha de ser el objetivo fundamental, de acuerdo con la dirigente empresarial.
Dijo que en el caso de República Dominicana el sistema de capitalización individual es relativamente joven, porque se inició en 2003, hace 20 años, mientras se espera que las pensiones comiencen a salir al cabo de 360 cotizaciones o 30 años de labor.
Destacó que los fondos de pensiones han contribuido para el financiamiento de importantes áreas económicas, “pero el sistema es de pensiones y las reformas tienen que estar orientadas a los potenciales pensionados”, dijo.